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N u s l e t e r  

24 hs

 


DEFINICIÓN

Qué quieren decir las palabras en otras palabras.


 

J-    K-    L-    M-   A- B- C- D-    E- F- G- H- I-    N- Ñ- O- P- Q-    R- S- T- U-    V- W- X- Y- Z

 


J

JUSTICIA, s. Artículo más o menos adulterado que el Estado vende al ciudadano a cambio de su lealtad, sus impuestos y sus servicios personales. [4]


a Tope


K

KETCHUP: Este condimento hecho con tomate, y tan inseparable hoy de la hamburguesa, viene del chino ketsap, una clase de salsa. [3]

a Tope


L

¡LA PUCHA! Insolensia que se pronunsia rápidamente y moviendo los brasos para darle mas énfasis y elocuensia: "Leonardo quiso apretar los frenos, pero viendo de que no le respondían, largó el volante y gritó: ¡la gran pucha!" (Montaine[13]

LARGAR EL ROLLO. fr. fig. coloq. Contar a instancias de otro o por necesidad, algo que se mantenía reservado o en secreto. 
F. Peltzer, País, 1967, 97: -Yo lo sabía. Me lo dijo don Pepe. No da el negocio. Hace dos años que me anote. [...] -Largá el rollo, que estamos esperando.
Segovia, 1911, p. 864; Teruggi, 1974, p. 103; Santillán, 1976, pp. 355, 863; Coluccio, 1979, p. 116; Rodríguez, 1991, p. 174; Gatica de Montiveros, 1995, p. 173. [2]

LIBERTAD, s. Uno de los bienes más preciosos de la Imaginación, que permite eludir cinco o seis entre los infinitos métodos de coerción con que se ejerce la autoridad. Condición política de la que cada nación cree tener un virtual monopolio. Independencia. La distinción entre libertad e independencia es más bien vaga, los naturalistas no han encontrado especímenes vivos de ninguna de las dos. [4]

LINCHAR: Del nombre del capitán Charles Lynch (1742-1820), quien organizó en Virginia (Estados Unidos) bandas que sin intervención de ningún juez cazaban y ejecutaban a los presuntos delincuentes. [3]

LOCO, adj. Dícese de quien está afectado de un alto nivel de independencia intelectual; del que no se conforma a las normas de pensamiento, lenguaje y acción que los conformantes han establecido observándose a sí mismos; del que no está de acuerdo con la mayoría; en suma, de todo lo que es inusitado. Vale la pena señalar que una persona es declarada loca por funcionarios carentes de pruebas de su propia cordura. Por ejemplo, el ilustre autor de este Diccionario no se siente más convencido de su salud mental que cualquier internado en un manicomio, y -salvo demostración en contrario- es posible que en vez de la sublime ocupación a que cree dedicar sus facultades, esté golpeando los puños contra los barrotes de un asilo y afirmando ser Noé Webster, (autor del diccionario Webster) ante la inocente delectación de muchos espectadores desprevenidos. [4]

LUNFARDO: m. desus. Ratero, ladrón.
F. Lima, Pedrín, 1924, 135: Es uno de los lunfardos de la guardia vieja, hoy casi en situación de retiro. 
Dellepiane, 1894, pp. 63, 67, 69, 82; Garzón, 1910, p. 32; Salazar, 1911, p. 40; Segovia, 1911, p. 237; Teruggi, 1974, p. 9; Santillán, 1976, p. 384; Gobello, 1991, p. 159; Rodríguez, 1991, p. 181; Haensch, 1993, p.361; RHA, 1997, p.95. 
2. Jerga originariamente empleada en Buenos Aires y en sus arrabales por inmigrantes, marginales y malvivientes. Parte de sus vocablos y locuciones se difundieron luego en el lenguaje coloquial y en el resto del país. 
J. L. Borges, Informe, 1970, 52: [mi primo, creo recordar, entonó] unas décimas en lunfardo, en el menesteroso lunfardo de aquellos años, sobre un duelo a cuchillo.
Dellepiane, 1894, pp. 63, 67, 69, 82; Garzón, 1910, p. 32; Salazar, 1911, p. 40; Segovia, 1911, p. 237; Teruggi, 1974, p. 9; Santillán, 1976, p. 384; Coluccio, 1979, p. 121; Gobello, 1991, p. 159; Rodríguez, 1991, p. 181; Haensch, 1993, p.361; RHA, 1997, p.95. [2]

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M

MALHECHOR, sustantivo. El principal factor en el progreso de la raza humana. [4]


MAMÁ, MAMI, PAPÁ, PAPI:
Vocativos de interpretación complicada para el observador ajeno al grupo familiar. Los maridos, nostálgicos de no sé qué incesto, llaman mamá o mami a sus mujeres y éstas llaman papá o papi a sus maridos. La madre llama a su hija mamá o mami, y tal vez llame al hijito papá o papi, pero más probablemente lo llame mamá o mami. El padre llama a su hijito papá o papi, y tal vez llame a su hijita mamá o mami, pero más probablemente la llame papá o papi. [1]


MAMAR: 
figurativo. vulgar. Adquirir una costumbre o aprender algo a través de una práctica sostenida.
Tribuno, 04.11.2001:

-¿Por qué eligió el folclore?
-Porque no podía ser de otra manera, pues lo mamé desde chiquita. [2]

 

MATAR. intr. coloq. Triunfar rotundamente en una competencia o un certamen. C.Gorostiza, Acompañamiento,1981, 7: Vos, cantá, Tuco. Cantá que matamos. Dale. 2. fig. coloq. Causar excelente impresión. Puntos, 22.02.2001: La palabra de mamá: "cuando era flaca, mataba". matar mil. fr. fig. coloq. Sobresalir o causar sensación. Olé, 29.07.2002: Shumacher mata mil. Celebró su quinto título ganando en su país y se convirtió en el primer piloto que pasa los mil puntos. [2]


MATRERIAR
: vagabundear cometiendo fechorías. [12]

 

MATUNGO: m. Caballo viejo o en mal estado físico. J. J. Podesta, Farándula, 1930, 63: [...] se consiguió un caballo inútil para todo trabajo, uno de esos matungos que por su flacura no sirven ni para el cuero. [2]


METEJÓN:
(De meterse) Enamoramiento apasionado. // Afición desmedida por algo, deportes, juego, etc.// Enredo, lío.
Del Nuevo Diccionario de Americanismo e Indigenismos, de Marcos A. Moringo
Enamoramiento, apasionamiento. // Afición entusiasta por una persona o cosa. // Endeudamiento.
Del Diccionario de Voces Lunfardas y rioplatenses, de Mario E. Teruggi


MÍSTICA
. femenino. coloquial. Sentimiento difuso a partir del cual un grupo define su identidad.
Olé,29.06.2001: Planteles que [...] cuando estaban en la cancha tiraban todos juntos para el mismo lado. Esa es una mística compartida.
[1]


MOCOSO:
Esta expresión familiar para llamar a un chiquilín se debe al uso escaso del pañuelo que hace la gente de pocos años. Se inspira en una analogía entre la mecha de una vela y la secreción de la nariz. El acto de cortar el filamento de una vela (muccare, en latín) dio por eso moco y mecha en español. [3]


MOSCA:
Ya los clásicos españoles le daban el sentido de dinero, que conserva entre nosotros. Quevedo en una de sus obras, por ejemplo, da a los lectores "muchos y saludables consejos para guardar la mosca". Tal vez porque, al igual que el dinero, llega y se va volando. Un sueño muy argentino es tener la mosca loca. [3]


MOVER Y CONMOVER: Verbos. Se ha observado que las relaciones de posición no son constantes entre los trozos de materia que ocupan el espacio.
    Los cambios de distancia entre las cosas son llamados movimientos, y el tránsito de un lugar a otro: "mover".
    No es tarea sencilla precisar cuándo algo se mueve o se conmueve.
    Si una hormiga mantiene sus patas en posición determinada está quieta para el mundo, aunque gire vertiginosamente llevada por la rotación del planeta Tierra, por su traslación y otros movimientos cósmicos o subjetivos de alta velocidad. Decir pues que una hormiga está quieta es un hecho local, folklórico, una comprobación a nivel de provincia.
   Sucede también que una hormiga, en medio de su raudo viaje sideral inmóvil sobre la corteza terrestre puede alternar sus extremidades venciendo en cada apoyo la fuerza de gravedad y si su habilidad combinatoria es suficiente para tal gimnasia, el animal se desplaza mínimamente en cuyo caso el fenómeno se denomina: "caminar".
    Todo camine implica pues la modificación del cuadro de relaciones situacionales con respecto a los elementos constantes del entorno, y así se dice, con ajustada precisión, refiriéndose a la hormiga: entra o sale del hoyo denominado hormiguero, trepa por la pared, avanza por la senda marcada en el césped, se agita en confusión (hormiga loca) corriendo desordenadamente entre la multitud de otras hormigas semejantes, según las reglas del caos ordenado; como si la población entera del hormiguero, en presencia del azúcar derramado, fuera gas de hormiga rebotando movimientos brownianos sobre las baldosas coloradas de la cocina.
    Los recorridos descritos por cada hormiga loca cuando se endulza una superficie plana, repiten en su trazado conjunto el dibujo de los pétalos de una rosa, de donde Hamelin, Albert (1782-1830) dedujo su teoría de las fuerzas magnéticas, demostrándola admirablemente con las limaduras de hierro y el imán, y con la conducta de los adulones que rodearon a Napoleón.
    Como es dable apreciar, los cambios en las relaciones de posición pueden ser más complejos que el simple camine y comprender el ascenso (véase: volar) o el desaliento (véase: Barranca abajo).
    Los movimientos, asimismo, pueden ser muy sutiles, como sucede con el aire que cuando entra en sí mismo, sin salir de ningún lado, se llama viento. En esta parte nuestro conocimiento sobre el mover es bastante dudoso y transeúnte (véase: Tiempo coma Pronóstico del).
    Los movimientos intrínsecos, por otra parte, constituyen una incógnita aún más imprevisible; escapan a toda medición puesto que se trata de movimientos que no cambian de lugar el objeto movido.
    El más conocido de los movimientos intrínsecos es el llamado "estremecimiento", y puede observarse en el tornasol del buche de la paloma, en el sabor del vinagre y en los violines y otros instrumentos de cuerdas cuando se refieren a un bien perdido (véase: Albinoni, Tomaso coma el Adagio).
    Hay también formas referidas al verbo mover aún más internas e independientes; son las llamadas formas del estremecimiento constante que algunos autores radican en las inmediaciones del corazón.
    Frente a un sujeto sometido a un temblor continuo de segundo grado, o por emoción, se hacen inútiles el teodolito que mide ángulos topográficos, el microscopio electrónico y las reacciones químicas del azul de metileno.
    Por esto, María Julia, pienso en los peligros de acechar inmóvil tras una puerta y mirar sin ser vista y a lo mejor temblar en las horas de la madrugada, secretamente, como sucede con la rama de cerezo en flor cuando deja caer una gota de rocío acumulado y queda en el aire vibrando, estremecida, como esa larga nota de violín que dice y dice: "Oh dulces prendas por mi mal halladas". [11]


MULA:
-meter la mula. fr. fig. coloq. Engañar, estafar.
Prensa, 30.06.1978: Como siempre ha existido en el hombre cierta manía por "meter la mula", se emplearon muchas mañas para acelerar o detener la caída del agua y por una de esas tretas fue que Cicerón dispuso solamente de media hora para hacer la defensa de Rabirius.
Selva, 1948, p.263; Teruggi, 1974, p.106; Santillán, 1976, p.483; Coluccio, 1979, p.133; Rojas, 1981, t. ll, p.286; Catinelli, 1985, p.121; Ávila, 1991, p.381; Figueroa, 1991, p.200; Gobello, 1991, pp. 171, 176; Rodríguez, 1991, p.198; Haensch, 1993, p.407. [2]


MUSCULOSA:
f. Camiseta sin cuello y sin mangas que cubre el tronco.
H. Libertella, Camino, 1968, 226: En el sueño, Héctor se calzó la musculosa con un número al pecho, preparó sus pulmones, respiró mirando al cielo.
Haensch, 1993, p. 409; RHA, 1997, p. 107. [2]

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REFERENCIAS

[1]  Diccionario del argentino exquisito, de Bioy Casares.

[2]  Diccionario del habla de los argentinos, Academia Argentina de Letras, Buenos Aires, 2003.

[3]  Tres mil historias de palabras y frases que decimos a cada rato, Héctor Zimmerman, Aguilar, Buenos Aires, 1999.

[4]  Diccionario del diablo, Ambrose Bierce.

[5] Diccionario de lugares comunes, de Gustave Flaubert.

[6] Diccionario Argentino-Español (para españoles) de Alberto J. Miyara

[7] Manual obsoleto y bárbaro, Enrico Castañida, Editorial Guernica, Mar de las Pampas, 2003.

[8] Diccionario budista, de Shikku Saddhamanda, Distar Libros, Buenos Aires, 1978.

[9] Novísimo diccionario de la Lengua Castellana, 1911.

[10] No recuerda.

[11] El libro de Jorge*, Ed. Club del Libro, Montevideo, 1976. 

[12] SEGOVIA, Lisandro, Diccionario de argentinismos (1911)

 

[13] En el "vocabulariO" al final de Consejos para futuros gobernantes, de César Bruto (Carlos Warnes).

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