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24 hs
Qué quieren decir las palabras en otras palabras.
A- B- C- D- E- F- G- H- I- J- K- L- M- N- Ñ- O- P- Q- R- S- T- U- V- W- X- Y- Z
A
ACHURAR,
Quitar las achuras de una res.
Folkloredelnorte A: [...] saben del uso del cuchillo si hay que cortar
cuero para trenzar cuerear o achurar un vacuno o un cordero para comer o bien
moldear un palo para alguna necesidad.
2. fíg. coloq. Matar, por lo común con arma
blanca.
R.J. Payró, Casamiento, 1920, 13: ¿Cómo puede vivir esta pobre mujer, en
tanta soledad?, pensé. Los perros no bastan para cuidarla, porque cualquier
malevo los achura. [2]
ALBERGUE TRANSITORIO: Hotel por horas o de citas.
Señoras, yo fui el tenorio
de un albergue transitorio.
(C. Baigorria, Quién te ha visto y quién te ve, Rosario, 1983). [1]
ALOJAMIENTO: Hotel por horas.
Una chica que hace roncha
en más de un alojamiento.
(Concepción Espina, La panamericana). [1]
AMANSADORA: frase
coloquial. Antesala, espera prolongada.
E. Sábato, Héroes, 1963, 158.
"¿Queré creer que l'hizo esperar tre hora a la amansadora y despué le mandó
decir que fuera al otro día?" [2]
AMISTAD, s. Barco lo bastante grande
como para llevar a dos con buen tiempo, pero a uno solo en caso de tormenta. [4]
ANÂGÂMI:
Quien no vuelve o no retorna. Es el tercero de los cuatro estadios de santidad.
Quien lo alcanza no renace en el mundo de la sensualidad. No más regreso o
retorno. [8]
ANDAR EN DESGRACIA: o haberse desgraciado: es eufemismo criollo en que se ampara el que ha cometido homicidio. [12]
ANORMAL, adj. Que no responde a la norma. En
cuestiones de pensamiento y conducta ser independiente es ser anormal y ser
anormal es ser detestado. En consecuencia, el autor aconseja parecerse más
al Hombre Medio que a uno mismo. Quien lo consiga obtendrá la paz, la
perspectiva de la muerte y la esperanza del Infierno. [4]
ASUMIR: Iniciar sus funciones un magistrado, un ministro, un intendente, etcétera. "Asumirá esta tarde el doctor Tavolara." (Titular de un diario, Córdoba, 1974). Compenetrarse de una doctrina y adoptarla. "Se lo digo francamente: tratando de asumir el pensamiento de Nietzsche, no sé para dónde agarrar”. (Sampietro, Al azar de mis lecturas; Bahía Blanca, 1974). Usado como reflexivo significa a veces tomar conciencia de lo que uno es y resignarse a ello. (Ver Internalizar.), "¡Asumirme como padre yo que fui siempre hijo!" (H. S., Anónimo florentino, París, 1975.) [1]
AYER, s. Infancia de la juventud, juventud de la madurez, el pasado entero de la ancianidad. [4]
BESOTE: Palabra de mujeres refinadas, pertenecientes a círculos muy exclusivos; por lo general se emplea por teléfono, en el momento de la despedida:
"Bueno, un besote enorme." [1]
BOLETA:
~ hacer (a alguien) boleta. Asesinar a alguien, matarlo.
Clarín,
15.10.1998: [...] de un manotazo, intentó sacarle la escopeta. "Tranquilo,
viejo, o te hacemos boleta", le dijo otro de los asaltantes.
~
hacer la boleta. Multar el agente de
tránsito a un infractor.
Clarín, 28.06.1998: No
le pasará nada, a menos que tenga que hacer la transferencia del vehículo en el
mismo distrito donde le hicieron la boleta.
~ hacer boleta. Matar.
B. Verbitsky, Tierra, 1961, 49: [...] una maravillosa historia de una pareja de gangsters que van a hacerle la boleta a un tipo que vive en un hotel, aguardando que lo liquiden.
~ pasar la boleta. Cobrarse un favor.
Río Negro,
02.05.2002: [...] le pasa la boleta a Duhalde. Respalda al presidente, pero hoy
le reclamará que Nación le pague lo que le debe.
~ ser (alguien) boleta.
Expresión utilizada para indicar que una persona ha sido o va a ser asesinada.
J. Asís, Buenos Aires,
1981, 109: Una sola palabrita y sos boleta.
[2]
BOLUDO:
Palabra de gran aceptación entre señoras. "No seas boluda." Veáse Pelotudo
en algún otro diccionario. [1]
BOTIJA:
Forma coloquial uruguaya de designar a un niño.
Proviene del latín butticula, que dio en España botijo, vasija
de barro poroso donde se guarda para beber. Equivale a cacharrito,
botellita. Apelativo pintoresco y cariñoso. [3]
BRASILEÑO:
"El argentino, que siempre había dicho brasilero,
de un día para otro dijo brasileño. Ese día no fue hace mucho. En mi
juventud decíamos brasilero, sin dejarnos convencer, aparentemente, por los
cafés La Brasileña, que abundaban en nuestra ciudad. Digo
aparentemente, porque en definitiva el cafetero purista salió con la suya."
(Ícaro Astul, Género libre, o Del Cosmopolita al Bataclán, 25
de mayo, 1978.) [1]
BRAVO, VA. adj. Se dice de situaciones
complicadas que son difíciles de resolver o soportar.
R.Talesnik, Fiaca, 1967, 27: Vos sabés, los lunes son bravos.
Barcia, 1978, p.185. [2]
BRINDIS:
De la frase alemana ich bring dir, "te lo
ofrezco", pronunciada en el momento de chocar las copas. Por contracción de
bring dir nació brindis. [3]
BRUJA, s.
(1) Mujer fea y repulsiva en perversa alianza con el demonio.
(2) Muchacha joven y hermosa, en perversa alianza con el demonio. [4]
CABRERO. adjetivo coloquial.
Malhumorado, agresivo o irritado.
R. Arlt, Lanzallamas [1931], 1986, 262: Por fin hablaste, nene.
Estás cabrero. No seás así, viejo. Con los amigos no hay que ser así.
[2]
CALENTURA: f. vulg. Excitación sexual.
V. Ocampo, Autobiografía III, 1988, 60: Han de olfatear que tengo un amor oculto. Para ellos no ha de pasar de calentura.
2. coloq. Enojo
A. Llambí, Gente, 1981, 81:
Aldo Fantín, mi gran amigo, era rudo, de carácter fuerte y violento,
pero en cuanto se le pasaba la calentura se transformaba en un pan de
Dios.
3. coloq. Entusiasmo, deseo vehemente.
R. J. Payró, Pago [1908], 1958, 91: Me precipité demasiado, y las calenturas son malas consejeras. [2]
CAMADA. f. Grupo de personas, generalmente de edad similar, que en un período dado participan de experiencias comunes.
L.V. Mansilla, Memorias [1904], 1955, 153: ¿Quién no conoce en Buenos Aires a los Zelis, tan buena gente, parientes de los Belaustegui, otra camada óptima? [2]
CAMOTE. m. En algunas regiones del país, batata, tubérculo. E. L. Castro,
Isleros, 1943, 13: Una mano le dio el alemán. Otro poco le ayudó yo, que
andaba por negocearle unos quintales 'e camote.
2. coloq. Enamoramiento. G. Díaz, Cueva, 1982, 126: Un tal
Jordani, sujeto que manyábamos muy bien, tenía un camote de órdago con la Tita.
[2]
CARNADA,
s. Preparado que hace más apetitoso el anzuelo. La belleza es la mejor de las
carnadas. [4]
CENTAUROS. Mitología griega. Seres
cuya mitad superior del cuerpo era humana y la otra mitad de caballo. Habitaban
una región de Tesalia, y eran hijos de Ixión y de la Nube. Estaban armados con
mazas y usaban con habilidad el arco. En las bodas de Piritoo e Hipodamia, donde
fueron invitados, lucharon ferozmente contra los lapitas [ambos bandos
proverbialmente ebrios]. Heracles [Hércules] consiguió arrojar a estos seres
monstruosos fuera de Tesalia. En los combates, para atemorizar a sus enemigos,
hacían un ruido espantoso con su voz, semejante a un relincho. Entre otros se
conocen los nombres de Agrios, Aretos, Bianor, Eurinomos, Folos y Neso. [10]
CENTAURO, s. Miembro de una
raza de personas que existió antes que la división del trabajo alcanzara su
grado actual de diferenciación, y que obedecían la primitiva máxima económica.
"A cada hombre su propio caballo". El mejor fue Quirón, que unía la sabiduría y
las virtudes del caballo a la rapidez del hombre. [4]
CERRARSE: No querer oír argumentos.
Nación 06.05.2001: No nos cerramos al debate, que está abierto aquí como
en todo el mundo. [2]
CINCHA f.
a raja cincha(s) locución adverbial.
Muy rápidamente (a revienta cinchas).
L. Lugones, Romances, 1938, 24: Pues fue así que a raja cinchas, / sin compasión ni desmayo / los corrieron hasta el mismo / lindero del Ancasmayo.
2. Con exceso, sin medida.
R. J. Payro, Casamiento, 1920, 40: El paisanaje, caliente, jugaba a raja cincha.
CINCHADA f.
Juego en el que dos bandos asidos a los extremos de una cuerda tiran de ésta para vencer al rival atrayéndolo hasta que pase el límite de su campo.
Crónica, 15.09.2001: A las 15 comenzarán los juegos familiares: carrera de embolsados o ensacados, carrera de carretillas humanas, carrera de tres pies, cuchara con huevo, cinchada y otros similares.
CINCHAR intransitivo, figurativo coloquial. Apoyar, alentar con entusiasmo, particularmente en competencias deportivas.
Página 12, 09.10.2001: Los apoyé e hice esfuerzos para que muchos argentinos descreídos confiaran en su gobierno. No soy nadie y mi palabra no significa gran cosa, pero yo estuve de su lado, apoyándolo y cinchando con toda modestia.
2. figurativo coloquial. Trabajar empenosamente para que una cosa se realice.
E. Santos Discépolo, Yira... yira [1930], 1995, 210: Cuando te dejen tirao / después de cinchar; / lo mismo que a mí. [2]
CONCIENTIZAR:
Dar, tomar consciencia. "Con pan y chorizo / yo
te concientizo". (Delbene, De mal en peor, La Plata, 1983)
[1]
CONTACTAR:
Palabra que nos viene de Norteamérica, donde era muy usada entre gángsters.
"Quisiera que quienes no contactaron con una villa de emergencia sepan..." (Carta
de una Asistente Social, los diarios, Buenos Aires, 6 de agosto de 1971.)
"La señorita diputada me contactó en el zaguán." (Enhebrando añoranzas,
por "Un viejo ascensorista negro".) [1]
CHANCHO, CHA:
1. Cerdo.
B. Seibel, Teatro, 1985, 104: Claro, ¡el chancho de la exposición era bastante
gordo!
2. Persona desaseada o sucia, puerco.
3. Inspector, en especial el empleado en una línea de transporte para controlar
el servicio.
Página/12, 10.03.2000: Como que a cada pasajero del San Martín, Belgrano o
Mitre, le llega su chancho.
4. ~ del monte. Chancho cimarrón, semejante al jabalí.
Nación, 23.04.1959: Preocupa seriamente [...] el acrecentamiento alarmante de la
plaga del jabalí o "chancho del monte" en sus campos.
hacerse el chancho rengo.
frase figurativa coloquial.
Hacerse el desentendido.
Folkloredelnorte C: Yo sé hacerme el chancho rengo cuando la cosa lo exige.
quedar como chancho. frase figurativa coloquial. Quedar mal por un
comportamiento indebido.
ser como chanchos. frase coloquial. Tener con una persona un trato
extremadamente familiar.
Aapm: Después se dio la charla y al rato éramos como chanchos.
[2]
CHANGüÍ:
Voz del lenguaje informal que entre nosotros se
aplica a la ventaja concedida en un juego o desafío. Dar changüí tiene
un matiz entre despectivo y sobrador. Para los españoles significa trampa
o engaño. Se le atribuyen los más variados orígenes, desde el afro
hasta el andaluz y el quechua. Incluso se ha sugerido que es deformación de
sandwich. [3]
¡CHAU!:
Es curioso que esta rápida forma de despedirse tenga relación con la esclavitud.
La clave está en la palabra schiavo, que en la antigua Italia era una
manera de decir adiós. Algo similar a lo que ocurre en español con servidor,
que algunas personas emplean para señalar cortésmente que están a disposición de
otros, tratamiento que subsiste en la fórmula Su seguro servidor,
habitual en el cierre de cartas muy formales. (En algunos países
europeos se dice servus, siervo, con análogo sentido). Con el tiempo,
schiavo quedó abreviado como ciao (en genovés ciau)y
pasó a nuestro país como chau, modo informal de despedirse que resume
en una sílaba el "hasta pronto" o "hasta la vista". Chau agrega énfasis
al adiós, como sucede cuando una amistad o un romance terminan bruscamente. O
liquida una esperanza, como lamenta Cadícamo en "Anclao en París": "Acaso una
noche me encane la muerte/ y, chau, Buenos Aires, no te vuelva a ver". Los
argentinos hemos encontrado también la manera de endulzar t cuando queremos que
todo resulte más suave nos valemos del chaucito. Un adiós en diminutivo
que expresa junto con la pena el deseo de un encuentro. [3]
CHICATO, TA. (Del italiano dialectal ciecato). adj. coloq. Corto
de vista, miope.
Manuel Puig, Traición de Rita Hayworth, 1970, 288: [...] "los libros te
están dejando chicato de tanto leer." [2]
CHIRUSA: f. p. us. desp. Mujer de baja
condición social.
C. Gorostiza, Puente [1949], 1971, 49: Sí, va a trabajar en una
fábrica. Vos sabés, estas chirusas con tal de trabajar poco hacen cualquier
cosa.
Segovia, 1911, pp. 117, 191; Selva, 1951, p.68; Teruggi, 1974, pp. 120, 131;
Santillán, 1976, p.147; Gobello, 1991, p. 87; Rodríguez, 1991, p.90; Haensch,
1993, p. 175; RHA, 1997, p.55.
2. desp. Mujer de comportamiento vulgar.
E. Silberstein, Cuentos, 1982, 203: Mirá, querido hermanito, por las
chirusas con que vas, podés ir con una bolsa.
Segovia, 1911, pp. 117, 191; Santillán, 1976, p.147; Rodríguez, 1991, p.90;
Haensch, 1993, p. 175; RHA, 1997, p.55.
VER » chiruza.
Página/12, 29.06.2000: Decime, ¿qué tiene esa chiruza que no
tenga Marixa Balli?
Saubidet, 1943, p. 124; Teruggi, 1974, pp. 120, 131; Santillán, 1976, p.147;
Rodríguez, 1991, p.90; RHA, 1997, p.55. [2]
CHUPAR. transitivo, coloquial. Tomar, en abundancia,
bebidas alcohólicas.
Voz, 23.10.2001: Cuentan que la mujer [...] ya estaba cansada de verlo chupar al marido todo el día como esponja. [2]
CHUPI:
(De chupar) coloquial. Bebida
alcohólica.
Olé, 28.07.1998: Empezás a volar, a delirar; no parás, no podés parar.
Después llega el chupi, le sigue la falopa, más alcohol, más minas, más
merca y, al final, la destrucción. [2]
CHUSMA:
Conjunto de indios que, por su sexo, edad, o
condición física, no combatían. D. F. Sarmiento, Facundo [1845],
1961, 210: Algunos toldos de indios fueron desbaratados, alguna chusma hecha
prisionera.
2-despectivo. Persona chismosa y entrometida.
C. Somigliana, Bolsa, 1967, 63: Discúlpenme, pero esa es la única
expresión que se me ocurre [...] ¡Qué chusma!
CHUSMEAR:
(De chusma, por analogía con
chismear y husmear) Indagar, chismear, husmear
M. A. Podestá, Rostro, 1963, 24: Acabemos, doña Lucía. Supongo que no
vendrá a chusmear conmigo cosas que yo bien sé. [2]
CIGARRILLO: Por tratarse de algo inestable y
huidizo, que a las primeras de cambio se hace humo, no es fácil tarea
aprehender un cigarrillo. (El lunfardo carcelario dice: prender un
cigarrillo, como si se tratara de un delincuente). Sólo el método de la
película de cine pasada al revés permite aislar científicamente este objeto,
recuperándolo del aire. Proyectada en sentido inverso, una toma panorámica
que baja desde la atmósfera, muestra cómo el azul difundido por el cielo se
agrupa lentamente, afelpándose en torno a una determinada persona (que en
adelante llamaremos bomba aspirante-expelente), hasta que el aire se
condensa en hilos de humo, los cuales hilos entran por los orificios de la
nariz de la bomba, pasando de inmediato a esponjarse en los respectivos
pulmones. Allí, la nube respirada retira nicotina y carbón de los alvéolos
pulmonares de la bomba aspirante y vuelve a subir por la tráquea, atraviesa
la cavidad bucal, sale del sujeto bomba, pasa a través de un tubito de papel
concentrándose sobre la brasa hacia la cual sube volando la ceniza antes
derramada por el piso, que ahora se transforma, químicamente, en hojilla y
tabaco, formándose así, a cada sopladura de la bomba expelente, un pequeño
cilindro blanco, cada vez más largo, que si se utiliza para escribir en el
pizarrón se llama tiza y si se mete en la boca, cigarrillo.
Achtung: el pucho encendido es la única cosa del mundo que se coloca entre el índice y el mayor; esa pinza perfecta existió inútilmente, sin uso posible, durante miles de milenios antes de pasar a sostener la antorcha sutil de los fumadores. Escribe Junger, Friedrich Georg en "Perfección y fracaso de la técnica": "Solo la entrepierna de los dedos índice y mayor sirve para mantener en equilibrio ese guión que mejora la puntuación de la elegancia, subraya la palabra soledad y ofrece una barra fija a la timidez, cuando las manos empiezan a sobrar y naufragan en el aire y corren a aferrarse a ese clavo ardiendo".
En "Pombo", obra anónima del español Ramón Gómez, se lee: “No se conoce un colibrí más confiado que el cigarrillo; suele consumir su vida efímera volando bajo, sostenido en el aire a ras de la mesa, merodeando la tacita blanca del café como si fuera su nido, siempre quieto en la horqueta de la mano, sin espantarse jamás, picoteando, cuando mucho, el borde de los ceniceros." Heine lo llamó, con razón, "pequeño espantapájaros del adormecer y llamador de los sueños, ahito de hojarasca dorada". Y Bécquer, Gustavo Adolfo, repitió la imagen del humo y del sueño en su Rima XVI, según lo que pone de manifiesto el erudito celtíbero José Pedro Díaz:
"Barre el jardinero y el alma imita
El frotar de las hojas contra el suelo
Luego el otoño fumará su pipa
En esa hoguera con olor a sueños
(En español en el original).
Glotz -abstemio del alcohol y del tabaco- ofrece una visión menos romántica en su "Historia de la civilización occidental", cuando afirma: "Fue necesario el descubrimiento de América para que Europa se humillara a sí misma por tercera vez. Hasta entonces, Sodoma, Gomorra y la decadencia del imperio Romano organizaron sus pecados sin prostituir el fuego. Hasta la aparición del cristianismo y su horror al desnudo, los incorregibles habían infamado el agua con baños lujuriosos, pero la llama era cosa votiva, digna únicamente de los templos. A partir del Renacimiento es que se inicia el uso del fuego como elemento de vicio, hasta llegar a los extremos de la edad moderna, donde se gastan brasas en las aflojadas de la voluntad, durante todo el día, y cada uno vive, como ferrocarril enfermo, a pitadas intermitentes y echando humo.
En la época clásica, cuando alguien recurrió al fuego para obtener diversión, el mundo quedó horrorizado. Pero ¿qué importancia pudo tener el incendio de Roma comparado a la humareda universal de nuestros días.
Nerón se moriría de vergüenza frente al señor Phillip Morris. Nerón no pasó de ser un malvado local".
Partiendo de la sólida base científica que ofrecen los estudios de Glotz, es que Geffcken en “Der Ausg. Des Griech-Röm. Heident” improvisa su tesis sobre “Los orígenes morales del smog”.
Por nuestra parte seguimos sosteniendo, en ese mismo plano de la ética, que es menos grave fumar que darse humos. Es por allí que debe buscarse la primera causa del smog de vanidad que enveneno el aire de las universidades alemanas.
A todas luces, merece más perdón el encendimiento de un cigarrillo de buena marca que el último artículo del señor Geffcken en “Ostasiat Ztschr”. (Revista del Asia Oriental) [11]
CIRCO
~ criollo: Modalidad propia del
circo rioplatense, que dividía el espectáculo en una primera parte
estructurada con algunos de los números tradicionales (volatinería, payasos)
y una segunda con representaciones dramáticas, generalmente de índole
gauchesca.
J. J. Podesta, Farándula, 1930, 197: Y como es verdad que en el circo
criollo, de nuestra fundación, fue donde nació el drama gauchesco y tuvo así
una pista por cuna y una modesta carpa de lona por dosel.
ser un circo. frase figurativa coloquial despectiva. Dicho de una
situación, ser ridícula o disparatada.
Tribuna, 27.02.2001: Esto que hicieron fue un circo con los
empresarios, e incluso los empresarios nos han comentado que a nosotros nos
volvieron a usar. [2]
Traducciones del alemán
OBJETO: CIUDAD
“Observar una ciudad a través del
microscopio -escribe Zchwartz, W. en 1765- puede resultar bastante difícil
debido a las dimensiones que habría de alcanzar el portaobjeto". Treinta
años más tarde, hacia fines del siglo XVIII, Georg Nernst dará vuelta el
aparato y, sentándose en el lugar de la preparación, será el primero en
enfocar la totalidad de una ciudad (Wurzburg desde el monte Rhön).
El 5 de agosto de 1795, apunta Nernst en su “Diario de mis observaciones
a microscopio invertido”: “En nada se diferencia de un cuero de chiva
estirado con alfileres". Y más adelante agrega; "Recurrí a un lente de mayor
aumento y, consecuentemente, la ciudad se alejó cien veces hasta quedar como
la costra de una raspadura; un arrugado trapo de piso hecho jirones verdes
era el Ingolstad entre montañas. Con el tercer lente vi la patria enfera
como una llaga sangrando en el medio de Europa".
Schiller, supera en profundidad y también en romanticismo este examen puramente fenomenológico: "El monumento al espanto de quedarse solo, se llama ciudad. Las ciudades son las máquinas más grandes que haya construído el hombre y están destinadas a un fin preciso: fabricar compañía”.
Nietzche, Friedrich, completa la noción germánica del ser en sí urbano: “Dos son los destinos del hombre: pensar de modo cada vez más potente, hasta quedarse solo; o vivir de modo cada vez más profundo, hasta sentirse realmente acompañado. Y en cualquiera de estas dos actitudes existenciales es necesario emigrar; como dicen los versos de Dante Alighieri:
“Serva Firenze dell’angoscia mia
Citta chi leva la solitudine
Senza offerire della compagnia”. [11]
CÓCTEL: Según una difundida versión
parece que es voz de origen mejicano. Que sepamos —y el Diccionario así lo
establece— cóctel es "bebida espiritosa (no "espirituosa") hecha
generalmente sobre la base de whisky y sazonada con varios ingredientes",
además de aplicarse figuradamente para definir una mezcla variada de cosas,
de ideas o de opiniones. Pero esto es en su sentido vulgar.
La versión del origen mejicano es curiosa. Según un periodista español que
suele firmar con el seudónimo de El Brócense, el término inglés "cocktail"
(literalmente "cola de gallo"), proviene de un episodio anecdótico y
sorprendente. El autor de la versión asegura que se enteró del origen de
cóctel en el diario londinense Manchester Guardian, en una carta con la
siguiente explicación. "Cuando reinaba Moctezuma en el país azteca —decía la
carta—, en los primeros años del siglo dieciséis, un buen día sofocó su sed
con una decocción hecha de hojas de cactus que le preparó la hija,
bellísima, de uno de sus cortesanos. Tanto lo deleitó la bebida que el
emperador decidió casarse con la doncella, que se llamaba Xochetl, pero que
la gente conocía por "Octel".
"Se generalizó la bebida —prosigue— y, cuando el ejército norteamericano
entró en México y se apoderó de Texas, la alta California y Nuevo México,
sus soldados la saborearon al tiempo que transformaban "Octel" en
"Cock-tail". [13]
COMPROMISO, s. Arreglo de intereses en conflicto que da a cada adversario la satisfacción de pensar que ha conseguido lo que no debió conseguir, y que no le han despojado de nada salvo lo que en justicia le correspondía. [4]
CONSEJO, s. La más
pequeña de las monedas en curso. [4]
COSTUMBRE, s. Cadena de los libres. [4]
CRISIS: Con relación a esta palabra, observó
Alfredo Serra, el exquisito debe recordar que es problema, pero también
oportunidad, porque un solo ideograma chino expresa ambos conceptos.
[1]
CURDA: En España los vinos puros se
los llamó vinos moros o turcos. Expresión irónica para señalar
que no estaban bautizados, por no habérseles agregado agua. De allí nació la
frase: "agarrarse una turca". De turca se pasó a curda,
probablemente por influjo de Kurdistán, región que pertenece a Turquía.
Curdela y encurdelarse son aportes porteños y pertenecen al
lunfardo. [3]
DAR EL
OLIVO: Frase figurativa coloquial. Despedir, echar, expulsar.
J. H. Pagano, Biblia, 1957, 116: Con ese nuevo día que empieza / van
madrugando los laburantes / y cada uno se despereza / dando el olivo al
cansancio de antes.[2]
DAR EN LAS PELOTAS:
Fr. fig.
vulg. dar en las bolas.
G. Rozenmacher; Cuentos, 1971, 128: Hace bien, tiene que cuidarse. Es
un señor: A ustedes les da en las pelotas que sea el líder. Yo sé que también te
da en las pelotas que yo afane a veces para vivir; para comprar armas.
Rodríguez, 1991, p-96. [2]
DEFINICIÓN:
f. [Lat. Definitio] La acción de definir. || Exposición, explicación de una
cosa, de su naturaleza, de sus cualidades distintivas. La definición debe ser
clara, completa, y ha de poderse sustituirse a la cosa definida. || Filol.
Explicación de la significación de una voz. || Decisión, determinación, acuerdo,
resolución de alguna duda. || pl. Definiciones, colección de estatutos,
decisiones y ordenanzas. [9]
DIÁLOGO: Conversación entre enemigos. "El funcionario nos declaró que el
gobierno se muestra abierto al diálogo con la guerrilla." (La Tarde,
Buenos Aires, 1975). [1]
DIARIO ÍNTIMO, s. Registro cotidiano de
aquellos episodios de la vida que uno puede contarse a sí mismo sin sonrojo. [4]
DISCRIMINAR, v. t. Señalar los aspectos en que una
persona o cosa es, si cabe, más criticable que en otros. [4]
DUELO, s.
Ceremonia solemne previa a la reconciliación de dos enemigos. Para cumplirla
satisfactoriamente, hace falta gran habilidad; si se practica con torpeza,
pueden sobrevenir las más imprevistas y deplorables consecuencias. Hace mucho
tiempo, un hombre perdió la vida en un duelo. [4]
REFERENCIAS
[1] Diccionario del argentino exquisito, de Bioy Casares.
[2] Diccionario
del habla de los argentinos, Academia Argentina de Letras, Buenos Aires,
2003.
[3] Tres mil historias de palabras y
frases que decimos a cada rato, Héctor Zimmerman, Aguilar, Buenos Aires,
1999.
[4] Diccionario del diablo, Ambrose Bierce.
[5] Diccionario de lugares comunes, de Gustave Flaubert.
[6] Diccionario Argentino-Español (para españoles) de Alberto J. Miyara
[7] Manual obsoleto y bárbaro, Enrico Castañida, Editorial Guernica, Mar de las Pampas, 2003.
[8] Diccionario budista, de Shikku Saddhamanda, Distar Libros, Buenos Aires, 1978.
[9] Novísimo diccionario de la Lengua Castellana, 1911.
[10] No recuerda.
[11] El libro de Jorge, Anónimo. Ed. Club del Libro, Montevideo, 1976.
[12] SEGOVIA, Lisandro, Diccionario de argentinismos (1911)
[13] El idioma nuestro de cada día, Braulio Díaz Sal, Ed. Plus Ultra, Buenos Aires, 1985.