Ñ u s l e t e r
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caca literaria-
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"Con polvo químico y piso de tierra, caga uno, cagan dos, tres, cuatro, o cinco y la mierda se seca, no suelta olor, se apelotona, se comprime y al día siguiente se la puede sacar con las manos, sin asco, como si fuera piedra o cagada de pájaro." Rodolfo Fogwill
"Banzai / Bonsai
Salta del árbol
con la gracia de un dios
caca de mosca."
Javier Adúriz
"Para que no se me acuse de irme por las ramas de la metafísica, volvamos al
cuerpo, a nuestro cuerpo de estos días de la vida.
No se sabe por qué mear (al menos en el hombre) es liberador
mientras que cagar parece un renuncio.
Así por ejemplo no es lo mismo cagar la bandera que mear la
bandera.
Perversiones aparte, la mujer se excita viéndolo mear a uno,
no así viéndolo cagar.
Pero uno no se excita viéndola mear ni menos viéndola cagar."
Ricardo Zelarayán
En uno de sus libros, Milan Kundera desecha la idea de Dios porque, en su
opinión, ningún dios podría haber concebido una forma de vida en la que fuera
necesario cagar. El modo en que enuncia este argumento lleva a pensar que no se
trata tan sólo de una broma. Kundera expresa una profunda afrenta, una afrenta
típicamente elitista. Transforma la repugnancia natural en shock moral, un
ejercicio muy caro a las élites. El coraje, por ejemplo, es una virtud por todos
admirada, pero sólo las élites condenan la cobardía como una bajeza. Los
desposeídos saben perfectamente que en determinadas circunstancias todos somos
capaces de ser cobardes.
La semana pasada cargué y enterré la mierda de todo el año.
La mierda de mi familia y de los amigos que nos visitan. Hay que hacerlo una vez
por año y mayo es el momento oportuno. Antes de mayo, se corre el riesgo de que
esté congelada y más tarde llegan las moscas. Hay muchas moscas en verano a
causa del ganado. Un hombre, hablándome de su soledad, me dijo no hace mucho:
“El invierno pasado llegué a echar de menos las moscas”.
Primero cavo un foso en la tierra del tamaño de una tumba,
pero no tan profundo. Los bordes deben ser firmes para que la carretilla no se
deslice cuando la inclino para descargarla. Estando parado allí en el foso, se
acerca Mick, el perro de mi vecino. Lo conozco desde que era cachorro, pero
nunca me ha visto así, frente a él, más bajo que un enano. Su sentido de la
proporción se perturba y comienza a ladrar.
No importa con cuánta calma comience la tarea de cargar la mierda junto a la
casa, transportarla en la carretilla y descargarla en el foso: fatalmente llega
el momento en que comienza a brotar en mí una especie de ira. ¿Contra qué o
contra quién? Creo que se trata de una ira atávica. En todas las lenguas
“¡Mierda!” es una maldición que expresa exasperación. Algo de lo que uno quiere
liberarse. Los gatos esconden la suya, cubriéndola con tierra con una de sus
patas. Los hombres maldicen por la suya. Nombrar eso que junto con la pala,
finalmente, me provoca una ira irracional. ¡Mierda!
Si de mierda se trata, la bosta de vaca y de caballo es relativamente más
agradable. Puede inclusive provocar nostalgia. Huele a grano fermentado y hay un
rastro lejano de heno y hierba en su olor. La mierda de las gallinas es
desagradable e irrita la garganta por la cantidad de amoníaco que contiene.
Mientras se limpia un gallinero hay que salir de vez en cuando a tomar un poco
de aire fresco. El olor del excremento de los cerdos y de los hombres, sin
embargo, es el peor porque el hombre y el cerdo son animales carnívoros y su
apetito es indiscriminado. Tiene un resabio dulce, nauseabundo de podredumbre.
Hay un rastro lejano de muerte.
Mientras cargo la pala, me vienen a la mente imágenes del Paraíso. No de ángeles
ni trompetas celestiales, sino de jardines amurallados, una fuente de agua pura,
los colores frescos de las flores, una tela blanca inmaculada extendida sobre la
hierba, ambrosía. El sueño de la pureza y la frescura nació de la omnipresencia
del estiércol y el polvo. Esta polaridad es, sin duda, una de las más profundas
de la imaginación humana, vinculada íntimamente a la idea del hogar como refugio
–refugio contra muchas cosas, incluida la suciedad–.
En el mundo de la higiene moderna, la pureza se ha convertido
en un término puramente metafórico o moralista. Carece de toda realidad sensual.
En los hogares pobres de Turquía, en cambio, el primer gesto de hospitalidad
consiste en ofrecer agua de colonia de limón para que el viajero se refresque
las manos, los brazos, el cuello, el rostro. Este gesto me recuerda un proverbio
turco sobre los elitistas: “Se cree un ramito de perejil en medio de la mierda
del mundo”.
La mierda cae deslizándose de la carretilla, cuando se la
vuelca con un peso muerto. El hedor dulce acicatea, irrita con su teleología. El
olor a podredumbre y de allí al olor a putrefacción, a corrupción. El olor a
muerte, sin duda. No conduce, sin embargo, a la vergüenza ni al pecado ni al
mal, tal como el puritanismo
con su desprecio por el cuerpo ha tratado de demostrar. Sus colores son
el dorado bruñido, el marrón oscuro, el negro: los colores del cuadro de
Rembrandt de Alejandro el Grande con su yelmo.
Mi hijo Yves me cuenta una historia que ha escuchado en la escuela del pueblo:
Es otoño en la huerta. Una manzana rosada cae sobre la
hierba, junto a una bosta de vaca. Amistosa y gentil, la bosta de vaca le dice a
la manzana: "Buenos días, Madame La Pomme, ¿cómo está usted?"
La manzana ignora el comentario porque considera que la
conversación es ajena a su dignidad.
"¿Buen tiempo, no cree, Madame La Pomme?"
Silencio.
"Verá que la hierba es aquí muy dulce, Madame La Pomme."
Silencio, otra vez.
En ese momento, un hombre atraviesa la huerta, ve la manzana
rosada y se agacha a recogerla. Mientras el hombre muerde la manzana, la bosta
de vaca no se puede contener y dice: "¡Nos vemos pronto, Madame La Pomme!"
La mierda aparece en chistes tan universales porque nos
recuerda, de modo ineludible, nuestra dualidad, nuestra naturaleza sucia y
nuestro deseo de gloria. Es la última lèse majesté.
(...)
John Berger, aunque nacido en Inglaterra en 1926, vive en Francia desde los ´60. Escribe novela (Painter of our time, Hacia la boda, Puerca tierra, Una vez en Europa y Lila y Flag), ensayo (El sentido de la vista, Mirar, Modos de ver, Fotocopias y el aquí citado, Cada vez que decimos adiós), poesía, guiones y crítica de arte. Vive.
¿Recuerda
la mejor foto que no sacó?
Ninguna, saqué todas y todas siempre son las peores; creo que no
existe la "mejor foto" como no existe nada que sea "mejor", todo es "peor"
porque esta vida maravillosa se acaba y siempre, siempre estamos cada vez más
cerca de la muerte; las fotos que saquemos son nuestro diario de viaje póstumo;
y el viaje termina y eso es una mierda.
Matías Eduardo Esteban
Ajá.
Nati Kiako
La mejor foto que no
saqué fue cuando un auto me atropelló cuando era chico. La idea de tener un
recuerdo de la maravillosa vista de "bajo el auto" me hace pensar que fuí un
idiota en no llevar una cámara conmigo.
Gastón Vegas Michel
Aún no la saqué,
pero la más cercana, es una foto que saqué en Cuzco hace unos 5 años, a un
músico en la calle. El anciano, se encuentra descalzo, con sus pies rotos y sus
sandalias de caucho a un lado.
No puede determinarse bien la edad de este hombre, sí, se ve que la vida le ha
pasado por arriba.
María Eugenia Pérez
En Cuzco, en una ruta no recuerdo adónde, pero en el medio de esas nadas
peruanas, se le pinchó la rueda al micro, todos abajo, todos abajo... como media
hora, cuarenta y cinco minutos todos al costado del micro hasta que arreglaran
la goma. De repente de atrás de unas montañas aparecen tres nenitos, de Dios
sabe dónde, vendiendo unas artesanías, pulseras de hilo... la más chiquitita,
tendría 3 años, ella no vendía nada, sólo estaba ahí, paradita, despeinada. Le
saqué una foto, a la carita. Y fue ese segundo, y ya así como aparecieron, se
fueron.
Yanina G.
Jugábamos a ver
hasta donde nos queríamos ... comencé con lo obvio porque te cubría todo y tu
mirada no podía dejar de verlo: - te quiero hasta el cielo ... Después, pensé en
la dulzura de la noche suave de verano, iluminada: -te quiero hasta la luna.
Feliz y encantada por un viaje tan abierto y delicioso, hacia lo más hondo y lo
más extenso, aceleré el amor por el entusiasmo: -te quiero hasta el sol, los
planetas, las lunas de saturno, la via láctea; - te quiero hasta todos los
cometas que viajan tan lejos, - te quiero hasta las estrellas que nos dejan su
luz cuando ya no existen, - te quiero hasta todo el Universo, el Infinito, hasta
el Big Bang, los Universos Paralelos, - te quiero hasta Dios y más allá y- te
quiero ...
Tus ojitos cada vez más desorbitados brillaban insondables con las primeras
lágrimas y el llanto se te hizo inconsolable para tus tres escasos años
...Asombrada miraba tu carita, tus pucheros, tus ahogos, tus manos, que un
minuto antes me abrazaban, refregándote los mocos ....
Fija para siempre en mi memoria tu mirada desolada, inmensa, oscura como la
noche y como ella inquisitiva, mientras me cortabas en seco, indignado con un
reproche de tristeza muy profunda:
-¡No me dejaste nada para quererte!
Diana Cegelnicki
No, no lo recuerdo, pero lo más curioso es que tampoco recuerdo haber sacado
una buena foto.
Mystica
La mejor foto que no
saqué fue la de mi infancia...
Lucas Aguilar
EXCREMENTO,
1582. Tomado del latín excrementum 'cernedura', 'secreción',
'excremento', derivado de excernere 'separar cribando' (que a su vez lo
es de cernere
'cerner').
DERIV. Excrementicio. Excretar, derivado de excretus, participio
de dicho verbo.
"todos piensan en cambiar la humanidad, pero nadie piensa en cambiarse a si mismo" shaquespeare.
(Abajo, en otro color) "cambiar la humanidad es un proceso en el que nosotros mismos cambiamos" P.A. Laza Vistos ambos por Juli Ayala en la misma pared de una calle en Dock Sud
La constipación
Durante una época se difundió la creencia de que la constipación era la causa de
infinitos males determinados porque la presencia en el intestino de materias
fecales retenidas era la fuente de toxinas que se absorbían y actuaban como
venenos orgánicos de las más diversas formas; la lucha contra la constipación
adquirió el tono de una conducta social y aún hoy se venden diariamente miles de
dosis de laxantes y purgantes. Herederas de tal modo de ver, muchísimas mamás
ante cualquier trastorno de cualquier tipo lo primero que atinan es a propinar a
su chico un purgante, seguras de que lo purifica y el control de las
deposiciones es una actitud obsesiva; en muchos casos los chicos y chicas hasta
los 8 ó 10 años deben llamar a la mamá para que observe las heces antes de hacer
correr el agua. La madre sigue vinculada a su hijo por medio de las materias
fecales y es de sobra comprensible que el día que el niño no evacua sienta a
nivel muy profundo que no se porta bien con su mamá.
No puede decirse que la constipación no exista, pero sí que
en la infancia es excepcionalísima (a veces traduce cuadros como el megacolon
que no es de incumbencia de la mamá); lo importante para ser tenido en cuenta
por las mamás es que mientras el pequeño esté bien, contento y con apetito puede
estar sin mover el vientre uno, dos, tres, cuatro... o cinco días, sin que pase
nada; la actitud ansiosa de la mamá sólo ha de contribuir a acentuar la
constipación. Si la madre pretende "regularizar" las deposiciones lo primero es
que no debe recurrir a medios violentos: los purgantes clásicos determinan
importantes pérdidas de sales, lo que es muy perjudicial para el organismo
infantil y puede ser peligroso en el niño pequeño (hubo no hace mucho toda una
generación traumatizada por el aceite de ricino o castor, cuyo solo nombre
despierta náuseas en muchísimos adultos...). Los supositorios implican una
violencia sobre la que hemos insistido en varias partes de este libro; los
laxantes tienen los mismos inconvenientes de los purgantes, sólo que en
grado menor. Si un niño es perezoso para mover el vientre lo indicado es
resolver el problema en el terreno de la alimentación añadiendo al régimen, en
la mayor medida posible y tolerada, sustancias que dejen residuos (se ha llamado
a la celulosa, que es lo que forma los esqueletos vegetales, la escoba del
intestino): acelgas, espinacas, cardos, salsifíes, zanahorias, zapallo,
zapallitos, y frutas crudas y cocidas (las compotas deben hacerse con la
cáscara). De cualquier manera, frente a un constipado "habitual" es el médico
quien debe resolver luego de un estudio completo y nunca la madre recurriendo a
técnicas caseras o a sugestiones de una propaganda comercial no siempre honesta.
Florencio Escardó, Mis padres y yo. Nueva Puericultura para mamás. R. Antonio Editores, Buenos Aires, 1968.
¿Todo le parece una mierda?
Coincidimos.
Venga a cagarse en
todo con nosotros.
Taller Literario. Encuentros semanales de lectura y escritura.
Aflojan el vientre: Fernando Aíta y Alejandro Güerri
Llame al
4896-0140
o al 4205-4284.
O escriba a:
Dicen que la caca es el negocio del futuro; ¿qué usos se le ocurren para darle?
Envíe, sí, usted, sus respuestas a: niusleter@niusleter.com.ar
El aburrimiento (Poema escénico) Me aburro. Me aburro. Me aburro. ¡Cómo en Roma me aburro! Más que nunca me aburro. Estoy muy aburrido. ¡Qué aburrido estoy! Quiero decir de todas las maneras lo aburrido que estoy. Todos ven en mi cara mi gran aburrimiento. Innegable, señor. Es indisimulable. ¿Está usted aburrido? Me parece que está usted aburrido. Dígame, ¿adónde va tan aburrido? ¿Que usted va a las iglesias con ese aburrimiento? No es posible, señor; que vaya a las iglesias con ese aburrimiento. ¿Que a los museos -dice- siendo tan aburrido? ¿Quién no siente en mi andar lo aburrido que estoy? ¡Qué aire de aburrimiento! A la legua se ve su gran aburrimiento. Mi gran aburrimiento. Lo aburrido que estoy. Y sin embargo... ¡Oooh! He pisado una caca... Acabo de pisar -¡Santo Dios!- una caca... Dicen que trae suerte el pisar una caca... Que trae mucha suerte el pisar una caca... ¿Suerte, señores, suerte? ¿La suerte... la... la suerte? Estoy pegado al suelo. No puedo caminar. Ahora sí que ya nunca volveré a caminar. Me aburro, ay, me aburro. Más que nunca me aburro. Muero de aburrimiento. No hablo más... Me morí.
Rafael
Alberti (1902-1999) nació y murió en El Puerto de
Santa María (Cádiz). Se dedicó a la pintura, escribió obras de teatro, y fue
torero aficionado, pero se destacó como poeta. En 1924, su primer libro,
Marinero en tierra, ganó el Premio Nacional de Literatura. En Cal y canto,
Sobre los ángeles, Sermones y moradas, se inclinó más al surrealismo.
Tras la Guerra Civil, con la ascensión al poder de Franco, debió exiliarse.
Vivió en Argentina hasta 1962 y luego en Roma. No regresó a España hasta 1977.
Otros de sus libros son: La amante (1926; relato poético de un viaje en
automóvil), Entre el clavel y la espada (1941), A la pintura
(1948), Coplas de Juan Panadero (1949), La arboleda perdida
(1959-87), Baladas y canciones del Paraná (1953), Canciones para
Altair (1989).
Te has arrodillado desnudo en la losa...
TE HAS ARRODILLADO
desnudo en la losa
y has observado largamente tu propia mierda, Eduardo, Eduardo,
luego de tres días sin comer has vaciado tu cuerpo
y lo has visto como a un manso animal
descansando al borde de la
carretera.
Estás desnudo, Eduardo, Eduardo, has acariciado torpemente la bola de
cristal y nada has visto,
apenas un fragor de caballos quebrando la pista,
apenas tus huesos podridos flotando en el mar.
Estás solo, Eduardo, Eduardo,
ahora es el momento de cerrar los ojos y rascar con la uña la vana
superficie del espejo, ahora es el momento
de romper medallas y escupir los retratos de la B. de Portinari.
Tus genitales
señalan al sur, Eduardo, Eduardo,
la flecha impostora desvía bandadas de pájaros que equivocan el camino
y juntas las palmas de las manos hasta procurar el fuego;
así es el mundo, Eduardo, Eduardo,
el mundo que hace del amor un grito inescuchable,
el mundo que hace del amor una ventana rota.
La mitad del mundo
es tuya y la otra del demonio, Eduardo, Eduardo,
mas la otra es una malla de cobre donde cuelgan las palabras
vacías como cajas de cartón en espera de ser utilizadas.
Has plagiado un verso, Eduardo, Eduardo,
te has inclinado ante tu propia mierda a desclavar estacas y volverlas a
clavar,
te has observado inútilmente en el espejo
hasta saber que ahora es el momento de decir unas palabras.
No sea que despierte el manso animal que descansa al borde de la
carretera
y lo atropellen.
Eduardo Chirinos.
Lima, 1960. Ha publicado Cuadernos de Horacio Morell, Crónicas de un
ocioso, Archivo de huellas digitales, Sermón sobre la muerte,
Rituales del conocimiento y del sueño, El libro de los encuentros,
Canciones del herrero del arca, Recuerda, cuerpo...,
El equilibrista de Bayard Street y Abecedario del agua.
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Un esquimal
en puntitas de pie se ve tan alto como su iglú. Unos perros corren de fondo.
¡No, no es todo blanco!... ¡Es todo ANTÁRTIDA!!!!
María Agustina Varela
No soy tan petiso
Mystica
Enanismo bajo
cero
Lucas Aguilar
Un patio lleno de plantas en una tarde lluviosa.
Monzón casero
L. A.
Remedo
amazónico... se hace lo que se puede.
M. A. V.
Rosaura a las diez
M.
Las manos de una mujer. Joven.
Un piano, unas manos, un romance sin edad.
M. A. V.
Clarisa y yo
M.
Antes de
empezar a lavar
L. A.
Una abeja aleteando en torno a un moscardón atrapado en
una tela de araña.
Estás listo, amigo
M.
Queja de fabricante de miel
L. A.
Asquerosa
página
de mierda:
http://www.ratemypoo.com
¿Sos de usar el
bidet, Mariano Valcarce, Soporte Técnico?
Eucha
Daniel Liñares
4CV
Familia Impoco
Revista Riel
Eloísa Caballero
A los bares que prestan el baño (limpio).
Mariano Valcarce, Soporte Técnico, recomienda "siempre llevar pañuelos de papel".
He aquí un ramillete de versos a la caca que circulan en baños públicos:
De los Placeres sin pecar, /
el más dulce es el cagar, /
con un periódico extendido / y un cigarrillo encendido
/ queda el culo complacido / y la
mierda en su lugar.
No hay placer más exquisito / que cagar bien despacito.
Los escritores de baño / son poetas de ocasión, / que buscan entre la mierda /
su fuente de inspiración.
Vos que sos tan sagaz / y de todo te reís. / Decíme si sos capaz / de cagar y no
hacer pis.
No cualquiera es tan capaz / de cagarse con soltura / hay quien tarda, ineficaz
/ y quien se echa la más dura.
Cagar da gusto, / oler da pena, / no seas cochino / y tirá la cadena.
Si tú te sientes pintor, / y tus dedos son pinceles, / Píntale el culo a tu
madre / y no pintes las paredes.
El pedo es el grito de libertad / de la mierda oprimida.
Si la mierda tuviera valor, / los pobres nacerían sin culo.
(Esto estaba
en el baño de un tren, al lado de un cartel que decía: "Prohibido usar este
recinto cuando el tren este detenido en la estación. La empresa.")
Me causa mucha extrañeza
este dicho estrafalario,
pues bien sabe la empresa
que el culo no tiene horario.
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