Ñ u s l e t e r
-entrega periódica de divulgación literaria-
#76
Contacto: niusleter@niusleter.com.ar
Página virtual: http://niusleter.com.ar
"...¿Qué sucedería si decidiera definirte como una fuerza y no como una persona? ¿Y si me situase a mí mismo como otra fuerza frente a tu fuerza? Ocurriría esto: mi otro se definiría solamente por el sufrimiento o el placer que me da." Roland Barthes
"Los libros dicen: ella hizo esto porque. La vida dice: ella hizo esto. En los libros las cosas quedan explicadas; en la vida, no." Julian Barnes
PROSA
| El buen amante
| Alphonse Allais |
DEFINICIÓN
| Chirusa |
TALLER
LITERARIO |
Previas |
AGRADECIMIENTOS
SUSCRIPCIONES
ETIMOLOGÍA
| Galán |
POEMAS
| Una mujer desafortunada
| Hugo Savino |
ENCUESTA
GRAFFITTI
ENLACES
| Cultural | Recomendaciones |
RESPUESTAS
El buen amante
La
esperaba fumando, en el balcón. El tiempo era frío y seco como un estilete. Pero
la fiebre de la espera lo había hecho arder de tal manera que la temperatura le
importaba poco.
Al fin, un coche se detuvo. Sobre el fondo gris perla de la
vereda, una masa negra cruzó como un relámpago y se hundió en la puerta.
Era ella.
Un tanto sofocada por los dos pisos que había subido
saltando, ella entró, y al punto fue besada glotonamente en las pequeñas manos y
en los grandes párpados.
Después de lo cual, él decidió mirarla.
Ella realmente estaba encantadora; su encanto era turbador e
inolvidable.
Su cabecita fina y morena, que emergía de pieles de abrigo,
estaba cubierta por un sombrero tirolés de fieltro gris, como de muchacho. Los
bordes estaban plegados bien bajo, sobre la frente. Los grandes ojos parecían
mirar más profundamente que de costumbre. Esa noche se había peinado unos
bonitos rizos, no a la española, sino con su propio cabello.
Después de las primeras efusiones, y cuando ella se hubo
despojado de sus pieles:
-¡Pero en su casa, mi querido amigo, hace un frío polar!
Él, desesperadísimo, se puso a buscar por todas partes vagos
combustible, pero sin éxito.
Como vivía siempre fuera de su casa, jamás había reparado en
ese detalle de la vida doméstica.
Ella, entonces, se volvió furiosa y cruel:
-¡La verdad que esto es absurdo, mi querido! ¡Prenda fuego a
sus sillas, con tal de tener un poco de calor! Tengo los pies helados.
Él rehusó de plano. Su mobiliario formaba parte de la
herencia que le había dejado su madre, y prenderle fuego le parecía un
sacrificio odioso.
Se decidió por una solución intermedia.
Hizo que ella se desvistiese y acostase.
Él mismo se desnudó completamente.
Con un cortaplumas previamente bien afilado, se abrió
verticalmente el vientre, desde el ombligo hasta el pubis, poniendo especial
cuidado en cortar únicamente la piel.
Ella, algo asombrada, miraba sus maniobras, sin saber adónde
quería ir a parar.
Luego, de golpe, comprendiendo la idea de él, tuvo un acceso
de risa y le dirigió unas palabras amables:
-¡Ah, ya lo veo, es usted muy gentil, mi querido!
La operación había concluido.
Él se acostó, comprimiendo con sus dos manos los intestinos
que se le escapaban.
Ella, muy divertida con el juego, enterró sus piecitos rosa
en la irisada masa de entrañas humeantes, y dejó escapar un gritito.
Jamás habría pensado que allí adentro hiciese tanto calor.
Él, por su parte, sufría cruelmente con un contacto tan frío,
pero se reconfortaba con el pensamiento de que ella estaba bien, y así los dos
pasaron la noche.
Aunque luego de cierto tiempo ella se había calentado, dejó
sus pies en el vientre de su amigo.
Era un espectáculo adorable ver esos pies tan bien arqueados
y cuyo exquisito tono rosado resaltaba contra el glauco verdoso de los
intestinos.
Por la mañana, él se sintió un poco cansado, y también lo
torturaron ligeros cólicos.
Ella misma quiso coser aquella estufa fisiológica.
Como si fuese una buena mujer de su casa, bajó, sin
vacilación, a comprar una sólida aguja de acero, y hermoso hilo de seda verde.
¡A él, qué deliciosa recompensa le fue otorgada!
En seguida ella, con mil precauciones, comprimiendo con su
mano izquierda los intestinos que querían desbordarse, cosió con su manita
derecha los dos bordes de la herida de su buen amigo.
Para ambos, aquella noche se convirtió en el mejor de sus
recuerdos.
Alphonse Allais
vivió en Francia entre 1854 y 1905. Estudió Química un tiempo, pero se dedicó al
humor y al periodismo. Colaboró con diferentes diarios y revistas, donde
escribía a razón de un artículo o cuento por día. Trabajó en la revista
Le chat noir (del cabaret del mismo nombre) y dirigió luego su propia
publicación, Le sourire, donde publicó su primer poema Max Jacob. En
castellano, sus textos circulan por diferentes antologías: entre ellas,
Humor negro y otros humores de A. Allais.
CHIRUSA: f. p.
us. desp. Mujer de baja condición social.
C. Gorostiza, Puente [1949], 1971, 49: Sí, va a trabajar en una
fábrica. Vos sabés, estas chirusas con tal de trabajar poco hacen cualquier
cosa.
2. desp. Mujer de comportamiento vulgar.
E. Silberstein, Cuentos, 1982, 203: Mirá, querido hermanito, por las
chirusas con que vas, podés ir con una bolsa.
VAR » chiruza.
Página/12, 29.06.2000: Decime, ¿qué tiene esa chiruza que no
tenga Marixa Balli?
Tomado del Diccionario del habla de los argentinos, Academia Argentina de Letras, 2003.
Se encuentra abierta la inscripción a los exámenes del turno de marzo para alumnos libres y que adeuden materias de años anteriores. Los interesados deberán presentarse con documento, útiles y los conocimientos necesarios a fin de no crear disgustos a la paciente-hasta-ahí Mesa Examinadora, la cual, llegado el caso, ha de bocharlos irremediablemente.
No
pierda el año. No se aplace: Optimice sus machetes.
Taller Literario. Encuentros semanales de lectura y escritura.
Le soplan: Fernando Aíta y Alejandro Güerri
Más información en 4896 0140
o 4205 4284.
Y en las siguientes direcciones:
¿A
qué se debió el último ataque mundial de virus y cómo podemos prevenirnos,
Mariano Valcarce, Soporte Técnico?
Bienvenido a la Argentina, Emiliano Rodríguez Nuesch.
Andrés Pezzola
Diana Cegelnicki
María Milagros Roibón. Gabriel Impaglione. Natalia V. Mariana S.
A todos los que están ahí.
Mariano Valcarce, Soporte Técnico, recomienda "diversificar los intereses, es decir, crearse múltiples fuentes de saber y goce".
Entérese de la historia del SPAM.
Si no desea recibir Ñusleter
envíenos un mensaje electrónico con asunto "Ya Estoy
Harto"
a
niusleter@niusleter.com.ar
Si desea recibir Ñusleter envíenos un mensaje electrónico con
asunto "Yo También Quiero" a
niusleter@niusleter.com.ar
GALA,
mediados del siglo XV. Del francés gale 'placer, diversión', S. XIII,
derivado de galer 'divertirse, ir de parranda', 1223; verbo de origen
incierto, quizá del franco *WALLAN 'hervir', 'bullir, agitarse' (hoy alemán
wallen). El vocablo y sus derivados alcanzaron en España gran empleo y
desarrollo en los siglos XVI-XVII, reaccionando luego sobre el sentido de las
correspondientes palabras extranjeras y aun las francesas; desde el castellano
vestido de gala,
día de gala, y locuciones semejantes pasaron al francés gala,
siglo XVIII; al inglés, 1625; al alemán (fin del S. XVII) y al italiano.
DERIVADOS. Galán, mediados del S. XV, del francés galant, S. XIV,
participio activo del citado galer, con el sentido inicial 'que se
divierte', 'atrevido, emprendedor', después 'enamorado', 'galante' (sobre todo
desde el siglo XVII); primero se empleó galán como sustantivo o como
adjetivo de una terminación (todavía en Cervantes), después se creó el adjetivo
galano, mediados del XV. Por otra parte se creó galante
(raro hasta el XVII), al principio mera variante de galán con sentido
idéntico, luego diferenciado; galantería, 1517; galantear, 1607;
galanteo, mediados del S. XVII. Galancete. Galanía, hacia
1500; galanura. Engalanar, 1583.
Uno tiene que buscar una mujer desafortunada
no con los ojos cansados del escepticismo en el alma
desafortunada porque no pudo elegir
una bella de infortunio que al fin del camino
sepa cuidar el alma de un duque en tweed
una con la sed apagada para causar
la desdicha de los surrealistas de las cantantes melódicas y de las vanguardias
muy cogida y al fin virgen en mis brazos
siempre
monógama despegada de la locura universitaria
una nena del estilo hola muñeca
¿eres mía?
que no huela a semen de otros con mano de seda
y el pasado amoroso liquidado
me caigo en tus ojos del porvenir
mía si me das tus brazos sólo mía si me das tus
brazos
anhelada para la siesta
un momento de descanso no es el fascismo
es su derrota
una chuchi que no hable de amor que no recite
poemas de Eluard sobre todo
de Eluard sobre todo de Aragón
frágil y temblorosa
cayéndose de mi lado
perezosa muy perezosa
sedentaria y tetona
anquitas rumberas
mis ojos color de miel: esperáme
huye de Lancôme y de la capital de Toscana
Manfredo es un eunuco y te hará feminista
una conchita de látex.
Las ofensas hechas con poca prudencia son recibidas con mucho odio
pagadas al centavo
con carne de poetisa joven muy sensible al oprobio.
Hugo Savino es de Barracas, Buenos Aires, del año 1945. Hizo
traducciones, entrotros, de Mallarmé, Paul Claudel y Philippe Sollers, a más de
publicar los sus propios poemas sueltos en revistas del género. Vive.
¿Cuál fue el mayor sacrificio que hizo por amor?
Envíe sus respuestas a: niusleter@niusleter.com.ar
"Más vale un Mayo Francés que un Julio Argentino". Visto en Diagonal Julio A. Roca y Chacabuco, Centro.
"La nada, nada." Leído de madrugada en Costa Rica y Ravignani.
Página de cultura y
letras:
http://www.revistateina.com/
Mejore su vida:
las recomendaciones de Mariano Valcarce, Soporte Técnico, están en:
http://niusleter.com.ar/recomienda.html
¿Hay alguien ahí?
-hay alguien ahí, hay alguien ahí, hay alguien...
No sé, tal vez detrás mío exista alguien concreto que no se deje llevar por la
existencia del "vos".
Gastón Vegas
Pues sí, aquí
estamos, deleitándonos con vuestros poemas. Gracias por ellos.
Luis
No estoy ahí, estoy
más bien... allá, pero sí, acá estamos.
Impocos
Pues sí, claro que
hay alguien, siempre hay alguien aquí; pasen adelante, ¿a quién buscáis? ¿a mí,
por gracia de Dios? Verán, estuve enfrascada tanto tiempo en mi propia búsqueda
personal que me he olvidado de que el ser humano gusta de jugar a las
escondidas, y creo que el mundo también se ha olvidado de mí... ¿venís a
buscarme para reinsertarme en el mundo de los mortales? ¿sí?
Agustina María Varela
Nunca escribo, pero
leo todos.
Juliette
Sí, pocos.
Nicolás Serruya
Hay sí, lo que no sé
es si ahí, o aquí. Ay! Es difícil con toda esta virtualidad. Pero es bueno que
haya alguien allá. Me encanta la sección de etimología. Abrazos colombianos.
Sol Colmenares
Desde mi
inexperiencia personal, creo que esta pregunta podremos respondérnosla al
instante de morir, ya libres de toda escena o ilusión. Ahora, si lo tomo como
una pregunta de ustedes, los Ñusleter, sí, cada vez habemos más aquí. Un abrazo
grande
Fernando Chamorro
Por supuesto que
sí.... Mi ojo está atento. Un ojo calcinado, pero un ojo atento y de cuerpo
presente.
Samurai
Sí, estoy acá, leo
todos los niusleter. Los felicito. Sigan así. Veámonos pronto. Un abrazo a
ambos,
Campa (El lector silencioso)
¿Hay alguien
ahí?, preguntó la caperucita al meter la cabeza dentro de la bocaza del lobo.
¿Hay alguien ahí?, consultó el respetuoso gusano antes de morder la manzana.
Moraleja: ¿hay alguien? Sí que lo hay.
María Ferreyra
No.
Gustavo Stefani
MÁS ÑUSLETER EN:
http://www.niusleter.com.ar