Ñ u s l e t e r
#6É
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mensaje en diferido de divagación literaria-"Y los dos grupos se encuentran y se penetran/ hasta formar uno solo que es dos". Fernando Pessoa
"Esta casa me da entero bien, entero / lugar para este no saber dónde estar". César Vallejo
SIMULTÁNEO, hacia 1900.
Derivado culto, común a los varios de Occidente, del latín simultas, -atis
'competencia, rivalidad', con influjo del sentido de simul
'juntamente'.
DERIV. Simultaneidad, 1739. Simultanear.
Día de la Secretaria
Durante la segunda etapa de
la Revolución Industrial iniciada en 1860, Christopher Sholes inventó la máquina
de escribir. Su hija Lilian Sholes - probó el invento, convirtiéndose en la
primera mujer que se presentó en público escribiendo a máquina.
Lilian Sholes nació el 30 de Septiembre de 1850. En homenaje
al centenario de su nacimiento, las empresas fabricantes de máquinas de escribir
realizaban diversas conmemoraciones en esta fecha. Entre las actividades se
destacó el concurso para elegir la mejor dactilógrafa.
Estos concursos alcanzaron su éxito y se repitieron año a año
en cada 30 de Septiembre. En ellos participaban muchas secretarias y ese fue el
motivo por el cual se concebió el "Día de la Secretaria".
En el mundo se ha ido propagando esta celebración y cada
país, de acuerdo a la Asociaciones que reunen a las Secretarias, se ha
establecido una fecha para el festejo.
Enviado por Silvina, a quien a su vez se lo enviaron "de una asociación de secretarias que hay acá en Buenos Aires con motivo de la celebración del día de la secretaria".
A la sombra de la mata de almendras (fragmento)
"Hay que tumbarla", dice una. Y yo salgo a la calle. Las otras dos ríen a carcajadas, sueltan un bufido de alivio y aplauden. "Hay que tumbarla", repiten, girando alrededor de la primera. Por último salen del comedor y se dirigen al patio. Pero yo estoy ya en la calle. Hace fresco. Han pasado los soles brutales de setiembre, y octubre se instala entre los árboles. Es casi agradable caminar sin rumbo por estas calles. Desde aquí no oigo sus escarceos, sus chillidos intolerables, sus constantes idas y venidas por toda la casa, revolviendo, preguntando, sacándoles brillo a las losetas del patio. Pues ellas no paran ni un momento, y cuando les dio por tumbar los árboles (decían que daban hojas y tenían que estar barriendo) lo tomaron con tal furor que en una semana acabaron con todos. Sólo la mata de almendras, que está en el fondo del patio quedó en pie. Sin darme cuenta me voy adentrando en La Habana Vieja. Cruzo por Obispo, y, aunque no me interesa nada, paso la vista por todas las vidrieras, y frente a algunas me quedo un rato, mirando sin ver, o leyendo sin interés los títulos de libros científicos. Me quedo un rato mirando estos libros indeseables, hasta que me doy cuenta que otra persona los está mirando, y, al parecer, con mucho interés. Es una muchacha estupenda. La contemplo de pies a cabeza y me dan deseos de tocarla. Ella saca de la cartera un peine prominente, se ordena el pelo, me mira y echa a andar, contoneándose un poco. El vestido, corto y estrecho, se ajusta al ritmo de su cuerpo. Sí, estoy seguro de que me ha mirado y por un momento me hizo una seña. O serán ideas mías... De todos modos la voy a seguir. Entonces, me llego hasta la única mata de almendras que queda en pie, y me tiro allí, bajo su sombra, y me quedo todo el día dormitando bocarriba. Las hojas me van cayendo casi húmedas sobre la cara. Pero ahora también ese árbol está en peligro. Sus hojas, algunas veces, van a dar hasta el zaguán, o, lo que es peor, entran en la sala. Hace algunos días, una hoja cayó revoloteando, como un pájaro medio muerto, sobre la falda de una de mis tías que zurcía un pantalón con gestos precipitados. "Esto es el colmo", dijo, tirando el pantalón al suelo y agarrando la hoja con tal furia que la deshizo entre las manos. Y ahora va caminando muy despacio. Quizá dando tiempo a que la alcance. La sigo de cerca por todo Obispo hasta que llegamos a La Moderna Poesía. Allí se detiene un momento. Entra en la librería. Y ya sí estoy seguro de que me ha mirado. Recorre todos los estantes, hojea los libros, lee algunas páginas. Éste es el momento de hablarle, pues tal vez se aburre y se va, y como ya es el único árbol que queda en pie, todos los pájaros del barrio se refugian en él. Al oscurecer, el escándalo llega hasta la casa. Mi madre se lleva entonces las manos a los oídos y mira furiosa el patio. Todos los pájaros están instalados en el árbol. Poco a poco me voy acercando, para que no se asusten. Llego hasta el tronco. Y ya, tirado bocarriba, los oigo chillar hasta que se hace de noche. Luego sale de la librería y camina de prisa. Quizás está ofendida porque no le dije nada. Entra en La Manzana de Gómez y se detiene frente a una vidriera; por fin atraviesa el Parque Central, confundiéndose entre la gente. Me apresuro para que no se me escape. Me quedo muy quieto, escuchándolos: el escándalo de los pájaros, las hojas que caen constantemente. Yo trato de recogerlas, de atraparlas en el aire, antes de que lleguen al suelo y ensucien el piso. Pero son muchas, y estamos en octubre. Caen las hojas. Caen las hojas. Caen las hojas. Y por mucho que salte, y por más que me apresure y trate de cogerlas al vuelo, siempre alguna se me escapa, se cuela por la ventana, pasa saltando por entre las sillas, y llega, rodando suavemente, hasta los pies de una de mis tías. Es imposible atrapar las hojas que caen en octubre, y seguirla por entre esta aglomeración de gente es cada vez más difícil. (...)
Reinaldo Arenas (1943-1990) era escritor,
cubano, anticastrista y puto (lo cual no afecta la lectura de su obra pero sí su
vida). Palabras más, palabras menos, las solapas de sus libros encubren esta
construcción biográfica inspirada en el "uy, las tenía todas". Perseguido por el
régimen de Castro, según él mismo cuenta en sus memorias -Antes que
anochezca, llevadas al cine-, emigró de Cuba a Estados Unidos en
1980. Diez años después, ya enfermo de SIDA, pondría punto final a esa
sublimación desmesurada que fue la escritura de su vida. Dejaría dos libros de
cuentos, Termina el desfile y Con los ojos cerrados; varias
novelas, Celestino antes del alba, El mundo alucinante, El asalto, Otra vez
el mar, El palacio de las blanquísimas mofetas, etc.; un libro de ensayos y
otro de poemas o sea, mucho.
1- ¿En qué espejo no propiamente dicho le gusta mirarse?
En los ojos de alguien que me quiera
sinceramente...
Lulita
En mi corazón y no tanto en mi cerebro.
María Eugenia Pérez
Definitivamente: en los ojos de mi hijo, Tomito. Creo que no hay espejo más
profundo sincero intenso que un hijo.
Yanina Gelpi
Cuando termino de leer un libro que me haya gustado particularmente y veo en la
contratapa la foto del autor, o quizás sólo el nombre y veo una foto mia allí...
sana envidia.
Roberto López
En el de mi historia personal, que incluye intentar
descubrir en qué cosas de mis viejos me adivino, como las estupideces y/o
aciertos que hice en el pasado se muestran ahora, y sobre todo tratar de
entender por qué (por qué, por qué, por qué???) me cuesta tanto escucharme.
Pez
2- ¿Qué busca en un
espejo? ¿Qué encuentra?
No sé si busco algo. Lo que pasa es que cuando
alquilé el departamento ya venía puesto en la puerta del botiquín (esas
convenciones culturales...), y no encuentro otra cosa que hacer mas que mirarme
mientras me cepillo los dientes.
El Tano
Busco amanecer y verme cada dia con mas pelo. Encuentro la
superficie lisa, inevitable y contundente, del desierto de piel que avanza.
Pez
Confirmación de que mi cuerpo sigue siendo el
mismo y que no sufrí alguna extraña metamorfósis de un día para el otro. No vaya
a ser que de pronto uno se convierta en bicho y no se de cuenta. A veces miro
para ver cuantos son los días que sostienen mis manos y cuantos los que aún
buscan, pero encuentro sólo la sorpresa de verse uno en otro y unos cuantos
granos nuevos.
Tom Bombadil
Busco arrugas y por efectos de este tiempo que nunca para, las encuentro.
Mystica
3- ¿Qué tres adjetivos se le ocurren para un espejo?
subjetivo, real y complementario....
Lulita
Etéreo, infinito, imperfecto
Ximena Carreira
Grotesco, exigente y franco.
María Eugenia Pérez
Inoportuno,
ilusionista, cómico.
Mystica
Transparente. Hondo. Predecible.
Pez
Crudo, honesto y descarnado (huesos, carne y
sangre, no sueños o imaginaciones).
Roberto López
Cualquier adjetivo que le demos a un espejo
creo que nos lo damos a nosotros mismos que somos los ahi
reflejados. El espejo no hace nada a favor ni en contra de la realidad.
El Tano
Bueno, siempre sostuve que el
espejo envilece a la mujer, así que vil sería el primero. Hipócrita porque
debería ser objetivo pero su subjetividad es abrumadora. Pero creo que ser
mentiroso, definitivamente, es su esencia.
María Agustina Varela
"la cópula y los espejos son abominables, ambos
multiplican al hombre" Tlon, Uqbar, Orbis tertius ¿qué tal...? un espejo
ojepse nu. o un espejo especial para vampiros. un espejo de merengue. O el
espejo de Quino que atrasa.
Tom Bombadil
¿Qué cosas le gusta hacer en simultáneo?
¿En qué ocasiones se le mezclan realidad e imaginación?
¿Y entonces?
Envíe sus respuestas a: niusleter@niusleter.com.ar
-El duque de Florion entró al cuarto gateando.
(...¿me acordé de cerrar la ventana?
Olía como un perro que durmió bajo lluvia
...qué buenas gambas... ¿se largó?...
pero la condesa no estaba de ánimo hoy
...¿a qué se refiere?... me perdí algo...
y los diamantes giraron en falso...
...¡la mierda está rebueno! ¿qué dijo?)
Tradición milenaria. Tecnología de punta.
Taller Literario. Reencuentros semanales de lectura y escritura.
Y este verano... Taller Literario Vía Satélite desde una isla desierta a la cual se llevaría tres libros. ¿Qué tres libros? Cuéntenos a niusleter@niusleter.com.ar
Atención personalizada: Fernando Aíta y Alejandro Güerri
Informes al
4896-0140
o al 4205-4284.
O:
niusleter@niusleter.com.ar
A
B
El tierno gato
Estar del mejor ánimo
que sin tomarlo
para presenciar
muy a pecho
cómo en cualquier
juega con la abeja
momento todo
para la que
se viene a pique
este zarpazo
sería cuando menos
bajo el cual sucumbe
un síntoma
es todo lo serio
de que aún
que te puedes
tu optimismo
imaginar
se mantiene a flote
Forma:
Transparencia del sentido.
Transparencia:
Aquello que se manifiesta sólo cuando
se hace invisible.
Invisible:
El poema. Su cuerpo ni siquiera está en
la palabra.
Palabra:
Para todo lo que quieran saber de mí,
no cuenten conmigo.
Arréglenselas
ustedes.
Seré juzgado...
Seré juzgado por mis faltas, como corresponde a excesos
cometidos por mí en momentos de locura.
Pero peor si soy juzgado por las abstenciones derivadas
de defección ante las oportunidades que se me dieron
de cometer algunas locuras
(por las que, después de todo, se me hubiera perdonado).
Juan Calzadilla (Venezuela, 1931) es
un pintor, crítico de arte y poeta que, hasta donde se sabe, vive. Formó parte
del grupo de vanguardia El Techo de la Ballena y escribió más de 20 libros:
Dictado por la jauría, Oh Smog, Diario para una poesía mínima,
Minimales, Principios de urbanidad, Corpolario y Diario sin sujeto,
entre otros.
"Volveré cuando vuelva a sonar la campana. Lola." Visto por Graciela Gómez Sala en el andén de la estación de trenes de Patricios (Partido de 9 de Julio, Bs. As).
"Semos como el che - Juventú de fierro". Lo vio Nati Kiako en Corrientes al 2100.
Sos un As de la Computación y a
la vez no un pelotudo, Mariano Valcarce, Soporte Técnico.
Gabriela García, encantados de conocerte.
Diana Cegelnicki.
María Ferreyra, por las frases de Freud.
Nancy. Gladys Fittipaldi. Isztván Karl Béhstork III. Gabi Díaz.
A las personas ambiguas pero poco.
A las personas poco pero ambiguas.
A las convergencias.
A las estrellas que se ven por la ventana.
A la gente que bizqueamos.
Mariano Valcarce, Soporte Técnico, recomienda "apurarse despacio".
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