Ñ u s l e t e r

 


-mensaje feroz de sociabilidad literaria-

 

# 151

 

 

 


 

"Tomar para dar es todo." 
Dylan Thomas

 


 

ÍNDICE

 

PROSA | La debutante | Leonora Carrington |

DEFINICIÓN | Anormal |
ÑUSLETER en VIVO | Acomodados |
CUALQUIERA | Pedido de vino | Solicitud |
AGRADECIMIENTOS
POEMAS | La fiera que escribe | Elisabeth Veiga |  
GRAFFITTI  
ENLACES | Mímica |
RESPUESTAS
SUSCRIPCIONES  

CONTACTO | niusleter@niusleter.com.ar | 

 

Ñusleter 24hs

 


 

PROSA

 

La debutante

    En la época en que yo iba a ser presentada en sociedad, iba a menudo al zoológico. Solía ir con tanta frecuencia que conocía más a los animales que a las chicas de mi edad. Era porque quería huir del mundo, por lo que me hallaba a diario en el zoo. El animal que mejor llegué a conocer fue una hiena joven. Ella me conocía a mí también. Era muy inteligente. Le enseñé a hablar francés y a cambio ella me enseñó su lenguaje. Así pasamos muchas horas agradables.
    Mi madre había organizado un baile en mi honor para el primero de mayo. ¡Lo que sufrí durante noches enteras! Siempre he aborrecido los bailes; sobre todo los que se daban en mi honor.
    La mañana del uno de mayo de 1934, fui muy temprano a visitar a la hiena.
    -¡Qué asco! -le dije-. Esta noche me toca asistir a mi baile.
    -Tienes suerte -dijo ella-; a mí me encantaría ir. No sé bailar, pero en cambio sabría mantener una conversación.
    -Habrá muchas cosas de comer -dije-. He visto llegar a casa carros repletos de comida.
    -Y aún te quejas -replicó la hiena con desaliento-. Mírame a mí: yo sólo como una vez al día y es una porquería.
    Se me ocurrió una idea audaz; estuve a punto de echarme a reír.
    -No tienes más que ir en mi lugar.
    -No nos parecemos lo bastante; si no, con gusto iría -dijo la hiena un poco triste.
    -Escucha -dije-, con las luces de la noche no se ve muy bien. Con que te disfraces un poco, nadie se fijará en ti en medio de la multitud. Además, tenemos casi la misma estatura. Eres mi única amiga; anda, hazlo por mí. Por favor.
    Se puso a pensar en esta posibilidad. Comprendí que estaba deseosa de aceptar.
    -De acuerdo -dijo de repente.
    No había muchos guardianes cerca, dado lo temprano de la hora. Abrí rápidamente la jaula, y en un instante estuvimos en la calle. Llamé un taxi. En casa, todo el mundo estaba aún en la cama. Una vez en mi cuarto, saqué el vestido que debía ponerme por la noche. Era un poco largo, y la hiena andaba con dificultad con mis zapatos de tacón alto. Encontré unos guantes con que ocultarle las manos, demasiado peludas para parecerse a las mías. Cuando el sol iluminó mi habitación, la hiena dio varias vueltas alrededor, andando más o menos derecha. Estábamos tan ocupadas que mi madre, que entró a darme los buenos días, estuvo a punto de abrir la puerta antes de que la hiena se escondiera debajo de la cama.
    -Esta habitación huele mal -dijo mi madre, abriendo la ventana-; antes de esta noche date un baño con mis nuevas sales.
    -Por supuesto -le dije.
    No se entretuvo mucho. Creo que el olor era demasiado fuerte para ella.
    -No te retrases para el desayuno -dijo al irse.
    Lo más difícil fue encontrar un disfraz para la cara de la hiena. Estuvimos buscando horas y horas: rechazaba todas mis sugerencias. Por fin dijo:
    -Creo que he encontrado la solución. ¿Tenéis criada?
    -Sí -dije, perpleja.
    -Pues verás: vas a llamar a la criada; cuando entre, nos lanzamos sobre ella y le arrancamos la cara; llevaré su cara esta noche en lugar de la mía.
    -No lo veo muy práctico -dije yo-. Probablemente se morirá en cuanto pierda la cara: alguien encontrará su cadáver, y nos meterán en la cárcel.
    -Tengo la suficiente hambre como para comérmela -replicó la hiena.
    -¿Y los huesos?
    -También -dijo-. ¿Te parece bien?
    -Sólo si me prometes matarla antes de arrancarle la cara. Si no, le va a doler demasiado.
    -Bueno, eso me da igual.
    Llamé a Marie, la criada, no sin cierto nerviosismo. Desde luego, no lo habría hecho si no odiara tanto los bailes. Cuando entró Marie, me volví de cara a la pared para no verlo. Debo reconocer que no tardó nada. Un breve grito, y se acabó. Mientras la hiena comía, estuve mirando por la ventana. Unos minutos después, dijo.
    -Ya no puedo más; aún me quedan los pies, pero si tienes una bolsa, me los comeré más tarde, a lo largo del día.
    -En el armario encontrarás una bolsa bordada con flores de lis. Saca los pañuelos que tiene y quédatela.
    Hizo lo que le había indicado. A continuación, dijo:
    -Date la vuelta ahora y mira qué guapa estoy.
    Delante del espejo, la hiena se admiraba con el rostro de Marie. Se lo había comido todo cuidadosamente hasta el borde de la cara, de forma que quedaba justo lo que le hacía falta.
    -Es verdad -dije-; lo has hecho muy bien.
    Hacia el atardecer, cuando la hiena estuvo completamente vestida, declaró:
    -Me siento en plena forma. Me da la impresión de que voy a tener un gran éxito esta noche.
    Después de oír un rato la música de abajo, le dije:
    -Ve ahora, y recuerda que no debes ponerte junto a mi madre: seguramente se daría cuenta de que no soy yo. Aparte de ella, no conozco a nadie. Buena suerte -le di un beso para despedirla, aunque exhalaba un olor muy fuerte.
    Se había hecho de noche. Cansada por las emociones del día, cogí un libro y me senté junto a la ventana, entregándome a la paz y el descanso. Recuerdo que estaba leyendo Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift. Al cabo de una hora, quizá, surgió el primer signo de inquietud. Un murciélago entró por la ventana profiriendo grititos. Los murciélagos me dan un miedo espantoso. Me escondí detrás de una silla, castañeteándome los dientes. Apenas me había arrodillado, cuando un gran ruido procedente de la puerta sofocó el batir de alas. Entró mi madre, pálida de furia.
    -Acabábamos de sentarnos a la mesa -dijo-, cuando el ser ese que ha ocupado tu sitio se ha levantado gritando: “Con que mi olor es un poco fuerte, ¿eh? Pues no como pasteles.” A continuación se ha arrancado la cara y se la ha comido. Después ha dado un gran salto y ha desaparecido por la ventana.


Leonora Carrington (1917-¿?), pintora y escritora, ligada al surrealismo. Oriunda de Lancashire (Inglaterra), cuando se desata la Segunda Guerra emigra a España y después a México, que adopta como país de residencia. Entre sus libros: La dama oval, de allí este cuento, Memorias de abajo, memorias de una experiencia de locura, y la novela La corneta acústica.
 

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DEFINICIÓN

 

ANORMAL, adj. Que no responde a la norma. En cuestiones de pensamiento y conducta ser independiente es ser anormal y ser anormal es ser detestado. En consecuencia, el autor aconseja parecerse más al Hombre Medio que a uno mismo. Quien lo consiga obtendrá la paz, la perspectiva de la muerte y la esperanza del Infierno.

 

En el Diccionario del Diablo, de Ambrose Bierce.

 


 

ÑUSLETER en VIVO

 

¿Ya arregló en el trabajo qué días sale antes (a horario al menos), y qué días no va de copas con colegas? ¿Le salieron las materias? ¿Sabe cuándo va al gimnasio, y cuándo a yoga, cerámica, pilates, pileta, jugar a la pelota o el pádel, tomar clases de karate y de filosofía, estudiar francés, teatro, chino y malabares? 

 

Bueno, si le quedan unas horas libres, curiosidad y mil cosas bullendo en la cabeza, no se lo pierda:

Taller Literario. Encuentros de leer y escribir.

 

Martes 4 y Miércoles 5 de abril, 19:30 hs., Pre-encuentros con interesados. Sillas limitadas.

 

 

Coordinan: Fernando Aíta y Alejandro Güerri

 

Más información: 4896 0140 | 4205 4284.
O bien:
niusleter@niusleter.com.ar (Asunto: Taller literario).

 


 

CUALQUIERA

 

Pedido de vino

 


    Bodega Vieja Abadía MENDOZA
    Muy señores nuestros:
 

    Ruego a Uds. tengan a bien enviarme por carga F. C. N. G. S. M., 30 barriles de vino de su cosecha, particularmente de los años 1965 y 1967, esperando me coticen a los precios más bajos posibles.
    Caso de no poderme servir todo el pedido hasta dentro de quince días, desearía me enviaran Uds. inmediatamente dos barriles por encomienda, para atender el consumo actual de mi clientela.
    En espera de sus noticias sobre el particular, me es grato saludarles muy atentamente.
 

                                                                        "EL ALMACÉN SUIZO" 


Tomado (hic) de El corresponsal moderno, Academias Pitman, Buenos Aires, 1970.

 

 

~ Y de paso, mangazo:

LLAMADO A LA SOLIDARIDAD

 

Se solicita con suma urgencia una bodega interesada en convidar una copa de vino a los lectores de Ñusleter, en el marco de un formidable evento. Importantes beneficios.

Los interesados pueden escribir a: niusleter@niusleter.com.ar

Desde ya, muchas gracias. 

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POEMAS

 

La fiera que escribe

 

Mis nervios tienen delicadezas
que estallan al roce de la vida,
por eso escribo el silencio mío,
el son doblado, puñal encendido
de mis heridas.

Cumplo el silencio como un rito
de mi timidez en el mundo.
La fiera que escribe es mi doble
y mi ser doblado en lo aparente,
cuando salta, hiere
por delicadeza,
por ser delicadeza solamente.

Entre el papel y el yo hay una verdad,
la otra mitad de mí misma
que quedó
entre encajes y cintas,
desovillada, yo misma espanto
a mi espejo tan delicado.
Par delicatesse, perdí mi vida,
la lapicera me desamordaza.


Elisabeth Veiga (Río de Janeiro, 1941) escribió estos libros de poemas: Poemas (1969), Gôsto de fábula (1972), A paixâo em claro (1992) y Sonata para pandemônio (2002). 

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AGRADECIMIENTOS

 

mei

Fede Güerri

Alfredo Aíta, feliz pila de años
Soledad Scarinzi, ¡salud, vieja!

Mariano Otero, feliz cumple.
Violeta Pezzola, felices dos añitos.
Nahuel Valcarce

Griselda García

Javier Adúriz
Mariano Carrara
Mauro Oliver
Daro Cánovas
Laura Kaczer
Emi Rodríguez Nuesch
Campa
Gastón Tesoni

Jorge Paredes
A las personas que reservaron sillas.
A las que tienen paciencia.
 

 

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GRAFFITTI

 

"DIEGO USA POLLERA". Encontrado por Ana en la calle Venezuela al 2400 (casi barrio de Once)

"ESCUELA 24 TE AMO - AGUS". Con aerosol en la pared frontal de la Escuela Nª 24 de Ramos Mejía, en Pueyrredón al 900. Lo mandó Anía.
 


 

ENLACES

 

Presidentes haciendo mímica (Read my lips)

 


 

RESPUESTAS

 

~ Si usted es mujer: ¿Qué es lo mejor y qué lo peor de ser mujer ?

~ Si usted es hombre: ¿Qué es lo mejor y qué lo peor de las mujeres ?

 

Lo mejor de ser mujer es darme a los excesos espirituales (como ser mujer, por ejemplo) –sin pedir disculpas a nadie- y lo peor es que estos excesos…no lo sean tanto (aún espero superar mis limites de manera inesperada… para mí misma).
Araceli Zúñiga, desde el país que ES un exceso: México.

Lo mejor de las mujeres: sin dudas, su entrepierna.
Lo peor de las mujeres: sin dudas, su entrepierna.
Lautaro

haciendo una recontrasíntesis y dejando afuera miles de cosas, yo, mujer, digo que:
es lo peor
-indisponerme.
-ver cómo aumentan mis estrías.
-tener que depilarme, cuestión que yo calificaría como un acto de salvajismo.
es lo mejor
-indisponerme.
-poder hacer una petit carita y "buenooo, pasá", como si todo fuera legal.
-darle besos besos besos a pablo.
anía

lo mejor: parir
lo peor: parir...
yañez

 

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SUSCRIPCIONES

 

"Para mí Internet era sinónimo de porno, pero ahora de vez en cuando también leo algo." 
Recomiéndele Ñusleter, a esa/e jeropa.

 

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