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-móvil de literatura-
# 105
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"A punto de partir, el patrullero me recuerda:
-La caja... Es suya
Con un ademán, le digo:
-Si la quiere, es suya.
Un poco malvado, pretende, a esta altura, que su autoridad valga, y soñando que es astuto me indica:
-No, es suya, y no puede arrojar envases vacíos a la vía pública.
La levanto y arranco con la máquina. Arrojo la caja, a la vía pública, 39 metros más adelante."
Antonio Di Benedetto
PROSA | El cerebro del
agente de policía | Alfred Jarry |
DEFINICIÓN | Policía |
TALLER
LITERARIO
| Tira |
AGRADECIMIENTOS
ETIMOLOGÍA | Comisario |
POEMAS |
Noticiario 1957 | Nicanor
Parra |
GRAFFITTI
ENCUESTA
RESPUESTAS | Soberbias |
El cerebro del agente de policía
Sin duda se recordará este reciente y lamentable asunto: al ser practicada la autopsia, se halló la caja craneana de un agente de policía vacía de todo rastro de cerebro y rellena, en cambio, de diarios viejos. La opinión pública se conmovió y asombró por lo que fue calificado de macabra mistificación. Estamos también dolorosamente conmovidos, pero de ninguna manera asombrados.
No vemos por qué se esperaba descubrir otra cosa que la que se ha descubierto efectivamente en el cráneo del agente de policía. La difusión de las noticias impresas es una de las glorias de este siglo de progreso; en todo caso, no queda duda de que esta mercadería es menos rara que la sustancia cerebral. ¿A quién de nosotros no le ha ocurrido infinitamente más a menudo tener en las manos un diario, viejo o del día, antes que una parcela, aunque fuera pequeña, de cerebro de agente de policía? Con mayor razón, sería ocioso exigir de esas oscuras y mal remuneradas víctimas del deber que, ante el primer requerimiento, puedan presentar un cerebro entero. Y, por otra parte, el hecho está allí: eran diarios.
El resultado de esta autopsia no dejará de provocar un saludable terror en el ánimo de los malhechores. De aquí en más, ¿cuál será el atracador o el bandido que vaya a arriesgarse a hacerse saltar la tapa de su propio cerebro por un adversario que, por su parte, se expone a un daño tan anodino como el que puede producir una aguja de ropavejero en un tacho de basuras? Quizás, a algunos contribuyentes demasiado escrupulosos pueda parecerles en cierta manera desleal recurrir a semejantes subterfugios para defender a la sociedad. Pero deberán reflexionar que tan noble función no conoce subterfugios.
Sería un deplorable abuso acusar a la Prefectura de policía. No negamos a esta administración el derecho de munir de papel a sus agentes. Sabemos que nuestros padres marcharon contra el enemigo calzados con borceguíes también de papel y no ha de ser eso lo que nos impida clamar indomable y eternamente, si es necesario, por la revancha. Pretendemos solamente examinar cuáles eran los diarios de que estaba confeccionado el cerebro del agente de policía.
Aquí se entristecen el moralista y el hombre culto. ¡Ah!, eran La Gaudriole, el último número de Fin de siécle y una cantidad de publicaciones algo más que frívolas, algunas de ellas traídas de Bélgica de contrabando.
He ahí algo que aclara ciertos actos de la policía, hasta hoy inexplicables, especialmente los que causaron la muerte del héroe de este asunto. Nuestro hombre quiso, si recordamos bien, detener por exceso de velocidad al conductor de un coche que se hallaba estacionado, y el cochero, queriendo corregir su infracción, sólo atinó, lógicamente, a hacer retroceder su coche. De allí la peligrosa caída del agente, que se hallaba detrás. No obstante, recobró sus fuerzas luego de unos días de reposo, pero, al ser intimado a recobrar al mismo tiempo su puesto de servicio, murió repentinamente.
La responsabilidad de tales hechos atañe indudablemente a la incuria de la administración policial. Que en adelante controle mejor la composición de los lóbulos cerebrales de sus agentes; que la verifique, si es menester, por trepanación previa a todo nombramiento definitivo; que la pericia médico-legal sólo encuentre en sus cráneos... No digamos una colección de La Revue Blanche y de Le Cri de Paris, lo cual sería prematuro en una primera reforma; tampoco nuestras obras completas: a ello se opone nuestra natural modestia, tanto más que esos agentes, encargados de velar por el reposo de los ciudadanos, constituirían más bien un peligro público con la cabeza así rellenada. He aquí algunas de las obras recomendables, en nuestra opinión, para tal uso:
1°) El Código penal; 2°) Un plano de las calles de París, con la nomenclatura de los distritos, el cual coronaría el conjunto y representaría agradablemente, con su división geográfica, un simulacro de circunvoluciones cerebrales: se lo consultaría sin peligro para su portador por medio de una lupa, fijada luego de la trepanación; 3°) un reducido número de tomos del gran diccionario, de policía, si nos arriesgamos a prejuzgar por su nombre: La Rousse *; 4°) y sobre todo, una rigurosa selección de opúsculos de los miembros más notorios de la Liga contra el abuso del tabaco.
* La Rousse, en lenguaje popular, la poli.
Alfred Jarry (1873-1907), antecesor de los surrealistas franceses como él, que escribió Costumbres de los ahogados, de donde procede este relato, y también Ubú Rey, Ubú encadenado, El Supermacho, La patafísica y tantos otros.
Policía, s. Fuerza armada destinada a asegurar la protección al expolio.
-Documentos, por favor...
-¿Le sirve esto?
Extiende un pedazo de papel, sin plastificar, escrito a mano, con su nombre y apellido, domicilio, número telefónico y a quién ubicar en caso de.
-¿Qué dice acá?
-Tomás. Cabezón.
-Atención, solicito antecedentes de Cabezón, Tomás: cristina, analía, betty, estela, zulma, ofelia, natalia, Ca-be-zón...
Nada de interrogatorios. Taller Literario.
Encuentros semanales de lectura y escritura.
No se ponen la gorra: Fernando Aíta y Alejandro Güerri
Para
más información, comunicarse al 4896-0140
o al 4205-4284.
O a la siguiente dirección:
Bienvenida al mundo, Luz, y ¡felicidades, Fabi, Mechi y Albita!
mei.
Laurent Jabobi.
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Nahuel Valcarce.
Gustavo Nielsen.
Luciano Londoño.
Claudio
Borgionne.
Noemí Ressia
Erica Jacquemain.
Sole Molina.
A los reos de la 1º de Avellaneda
COMISARIO, 1511, del latín committere
(participio comissus) 'confiar (algo a alguno)'. Ver cometer,
METER.
DERIV. Comisaría y comisariato, siglo XVIII.
Noticiario 1957
Plaga de motonetas en Santiago.
La Sagan se da vuelta en automóvil.
Terremoto en Irán: 600 víctimas.
El gobierno detiene la inflación.
Los candidatos a la presidencia
Tratan de congraciarse con el clero.
Huelga de profesores y estudiantes.
Romería a la tumba de Oscar Castro.
Enrique Bello es invitado a Italia.
Rossellini declara que las suecas
Son más frías que témpanos de hielo.
Se especula con astros y planetas.
Su Santidad el Papa Pío XII
Da la nota simpática del año:
Se le aparece Cristo varias veces.
El autor se retrata con su perro.
Aparición de los Aguas-Azules.
Grupo Fuego celebra aniversario.
Carlos Chaplin en plena ancianidad
Es nuevamente padre de familia.
Ejercicios del Cuerpo de Bomberos.
Rusos lanzan objetos a la luna.
Escasean el pan y los remedios.
Llegan más automóviles de lujo.
Los estudiantes salen a la calle
Pero son masacrados como perros.
La policía mata por matar.
Nicolai despotrica contra Rusia
Sin el menor sentido del ridículo:
San Cupertino vuela para atrás.
La mitad del espíritu es materia.
Robo con pasaporte diplomático:
En la primera página de Ercilla
Salen fotografiadas las maletas.
Jorge Elliott publica antología.
Una pobre paloma mensajera
Choca con los alambres de la luz:
Los transeúntes tratan de salvarla.
Monumento de mármol causa ira
“La Mistral debería estar ahí”.
Plaga de terroristas argentinos.
Kelly huye vestido de mujer
Esqueleto que mueve las caderas.
Enrique Lihn define posiciones.
Perico Müller pacta con el diablo.
Médicos abandonan hospitales.
Se despeja la incógnita del trigo.
Huelga del personal del cementerio.
Un policía, por hacer un chiste,
Se levanta la tapa de los sesos.
La derrota de Chile en el Perú:
El equipo chileno juega bien
Pero la mala suerte lo persigue.
Un poeta católico sostiene
Que Jehová debiera ser mujer.
Nuevos abusos con los pobres indios:
Quieren desalojarlos de sus tierras
¡De las últimas tierras que les quedan!
Siendo que son los hijos de la tierra.
Muerte de Benjamín Velasco Reyes.
Ya no quedan amigos de verdad:
Con Benjamín desaparece el último.
Ahora viene el mes de los turistas
Cáscaras de melones y sandías
¿Piensan hacer un templo subterráneo?
Frei se va de paseo por Europa.
Es recibido por el rey de Suecia.
Hace declaraciones a la prensa.
Una dama da a luz en una micro.
Hijo mata a su padre por borracho.
Charla sobre platillos voladores.
Humillación en casa de una tía.
Muere el dios de la moda femenina.
Plaga de moscas, pulgas y ratones.
Profanación de la tumba del padre.
Exposición en la Quinta Normal.
Todos miran el cielo por un tubo.
Astros-arañas y planetas-moscas.
Choque entre Cartagena y San Antonio.
Carabineros cuentan los cadáveres.
Como si fueran pepas de sandía.
Otro punto que hay que destacar:
Los dolores de muelas del autor,
La desviación del tabique nasal
Y el negocio de plumas de avestruz.
La vejez y su caja de Pandora
Pero, de todos modos, nos quedamos
Con el año que está por terminar
(A pesar de las notas discordantes)
Porque el año que está por empezar
Sólo puede traernos más arrugas.
Nicanor Parra (1914-?), chileno, profesor de matemáticas, poeta. Estudió mecánica avanzada en Estados Unidos, donde residió tres y más años. Algunos de sus libros: Poemas y antipoemas (1954), La cueca larga (1958), Versos de Salón (1962), Canciones rusas (1967), La camisa de fuerza (1969). Existen al menos dos películas sobre su vida: Nicanor Parra en Nueva York, de Jaime Barros, y Nicanor Parra, de Guillermo Kahn.
"Policía institución asesina". En Álvarez Thomas y Zabala.
"PAZ significa no me jodan". Visto en Villa Ballester por Juan Llames.
"Enema!
/
Las enemas son
para el culo/
Tengo un culo
especial para
enemas" Leído en un billete de $2, por Tomás Martínez
(que abre un nuevo camino).
En la vida de todos hay un incidente que nos relaciona con la policía: ¿cuál fue el suyo (en no más de 100 palabras)?
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"No sea vigilanta/e: reenvíe Ñusleter "
¿En
qué es soberbio?
Soy soberbio cuando abstraigo y contemplo las guerras... me siento inerme.
Juan Rico (Hermosillo, México)
En casi todo. Soy una mujer soberbiamente estupenda.
Nina
En creer siempre tener razon
Mystica
Soy soberbia cuando se me olvida reir(me) de mi misma.
Araceli Zúñiga
En la cama y cocinando. Por separado, of course.
Kalimera
En
algunas de mis opiniones, llego a ser violento.
Nicolás Serruya
En responder estas sandeces, estando plenamente convencido de que cualquier cosa
que escriba, sera publicada ( pues claro, siempre es genial )
Matías Eduardo Esteban
Soy soberbio respecto al conocimiento, no lo digo ni me jacto ni degrado a otras
personas pero me reconozco en falta cuando veo que la mediocridad se transformó
en norma común y a veces tengo la tendencia a sentirme... (con perdón) con un
poquito más de conocimiento. Lo malo y que me molesta no es no tener
conocimiento sino quienes se sienten orgullosos de su ignorancia.
Roberto López
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